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The interagency guidelines on mental health and psychosocial support in emergency settings: implications for social work
The interagency guidelines on mental health and psychosocial support in emergency settings: implications for social work
Registro en:
10.7764/rts.82.53-65
Autor
Bragin, Martha
Institución
Resumen
The Interagency Standing Committee (IASC) launched a set of guidelines on mental health andpsychosocial support in emergency settings in 2007. Since Social Work is the profession most oftencalled upon to provide emergency services in countries where it is established, it is importantthat social workers are aware of the guidelines, understand their implications, and participatein this review at all levels. In the absence of guidelines as to how community resilience shouldbe supported, humanitarian actors have sometimes been the cause of and not the solution to,psychosocial distress. The guidelines attempt to address these issues. But to be successful theymust be understood and implemented by professional social workers in partnership with indigenouscommunity members and their representatives, who are in the best position to evaluatetheir quality and effectiveness. This presents a new challenge and opportunity for the profession En el año 2007, el Interagency Standing Committee (IASC), elaboró un conjunto de directrices sobre salud mental y apoyo psicosocial en contextos de emergencia. En tanto Trabajo Social es la profesión con mayor frecuencia requerida para proveer servicios de emergencia en los países en que está establecido, es importante que los/as trabajadores sociales conozcan estas directrices, comprendan sus implicancias y participen en su revisión en todos los niveles. En ausencia de estas directrices, referidas a la manera en que debiera ser apoyada la resiliencia comunitaria, los actores humanitarios han sido en ocasiones la causa y no la solución del sufrimiento psicosocial. Las directrices apuntan a dar respuesta a estos temas. Pero para ser exitosas, ellas deben ser comprendidas e implementadas por las/os trabajadores sociales en conjunto con los miembros de las comunidades y sus representantes, quienes están en la mejor posición para evaluar su calidad y efectividad. Esto presenta un nuevo desafío y una oportunidad para la profesión