The authors study the procedural, organizational, and tactical issues related to the seizure of property in order to overcome the counteraction to the investigation and execution of the sentence. The relevance of this article is confirmed by the fact that in recent decades, the system of forms and methods of such counteraction on behalf of suspects, accused, and other persons tends to expand, and any gap in the procedural regulation or organizational and tactical support for the investigation of crimes is used for criminal purposes. Moreover, the authors, considering the seizure of property as a means of overcoming the opposition to the investigation and execution of the sentence, offer recommendations aimed at minimizing it. The article states that the actual basis for the seizure of property is a set of evidence indicating that a crime has caused determined harm, or that a suspect or accused has committed an act that provides for the possibility of applying property penalties. Based on the results obtained, the authors conclude that the seizure of property has a preventive and interim nature, which is suppressing the intent of the suspect (accused) aimed at concealing, selling, or other illegally alienating property, money, securities, and other valuables in order to avoid the seizure of these objects.Los autores estudian las cuestiones procesales, organizativas y tácticas relacionadas con la incautación de bienes para superar la oposición a la investigación y la ejecución de la sentencia. La relevancia de este artículo se confirma por el hecho de que en las últimas décadas, el sistema de formas y métodos de dicha oposición a favor de los sospechosos, acusados y otras personas tiende a expandirse, y cualquier laguna en la regulación procesal o en el apoyo organizativo y táctico para la investigación de los delitos se utiliza con fines delictivos. Además, los autores, considerando la incautación de bienes como un medio para superar la oposición a la investigación y ejecución de la sentencia, ofrecen recomendaciones destinadas a minimizarla. El artículo afirma que el fundamento de la incautación de bienes implica un conjunto de pruebas conducentes a indicar que un delito ha causado un daño determinado, o que un sospechoso o acusado ha cometido un acto que prevé la posibilidad de aplicación de sanciones patrimoniales. A partir de los resultados obtenidos, los autores concluyen que la incautación de bienes tiene un carácter preventivo y cautelar, que consiste en suprimir la intención del sospechoso (acusado) dirigida a ocultar, vender o enajenar ilegalmente bienes, dinero, valores y otros objetos de valor con el fin de evitar la incautación de estos objetos.