This study deals with interethnic relations, understood as specific types of social relationships, in which the interacting subjects maintain social positions of ethnicity. The authors concentrate their analysis on social actors, their subjectivity and the practices they bring into play in spaces of interethnic encounters. These interethnic relations are structured by social systems and by historical processes that form and transform them. The case of Chilean Aymara analyzed here corresponds to a reality of recently constituted interethnic relations, with the convergence of colonial history and the modern construction of citizenship. The surge of Aymaran ethnicity, as is also the case with the other Andean first peoples, is closely related to the policy of affirmative action started in the early 1990's by Chilean government agencies. This policy created a recursive link between indigenous actors, who became ethnified, and public agencies, which built policy in relation to these ethnified actors. This explains why the greatest frequency of interethnic relations occur precisely where public officials interact with persons, groups and organizations that self-identify as belonging to first nations. In other social contexts and with other subjects, especially in urban spaces, relations have less interethnic content, and this tends to be less frequent, irregular, contingent or optional.Este estudio trata de las relaciones interétnicas, entendidas como tipos específicos de relaciones sociales, en las que los sujetos que interactúan mantienen posiciones sociales de etnicidad. Los autores concentran su análisis en los actores sociales, su subjetividad y las prácticas que ponen en juego en los espacios de encuentro interétnico. Estas relaciones interétnicas están estructuradas por sistemas sociales y por procesos históricos que las forman y transforman. El caso chileno aymara aquí analizado corresponde a una realidad de relaciones interétnicas de reciente constitución, con la convergencia de la historia colonial y la construcción moderna de ciudadanía. El surgimiento de la etnia aimara, al igual que ocurre con los demás pueblos originarios andinos, está estrechamente relacionado con la política de acción afirmativa iniciada a principios de la década de 1990 por las instancias gubernamentales chilenas. Esta política creó un vínculo recursivo entre los actores indígenas, que se etnificaron, y las agencias públicas, que construyeron la política en relación con estos actores etnificados. Esto explica por qué la mayor frecuencia de relaciones interétnicas ocurre precisamente donde los funcionarios públicos interactúan con personas, grupos y organizaciones que se autoidentifican como pertenecientes a las primeras naciones. En otros contextos sociales y con otros sujetos, especialmente en los espacios urbanos, las relaciones tienen menos contenido interétnico, y éste tiende a ser menos frecuente, irregular, contingente u opcional.