Over the last few decades, according to the Forest Fire Prevention Services of the Catalan Government, a small number of fires (less than 1%) have been responsible for the destruction of more than three quarters of the burnt forest area in Catalonia. However, while these wildfires have transformed many components of the landscape, including its vegetation and soils, they offer landowners the opportunity to learn from past decisions. This article aims to analyze the responses of forest owners in Central Catalonia after the great forest fires of the 1980s and 1990s, including the way in which their objectives and strategies are defined and their actions implemented. By conducting interviews with the members of forest owners' associations and by means of participant observation at association meetings, we seek to examine the processes of social learning experienced by this collective and to identify the mechanisms used in their efforts to create socio-ecological structures that are less vulnerable to fire. Associationism is unusual in the world of Catalan forest ownership, despite the great number of private forest areas. In our results, however, associationism emerges as a strategy for cooperation, a recognition of the need to link ecological and social structures in the territory, and one which we define as a form of 'socio-ecological resistance'. Our study highlights that the goals and actions of forest owners' associations have both an instrumental and emotional component, so that reason, emotion and action have come to form the three vertices of socio-ecological resistance to fire.En las últimas décadas, según los Servicios de Prevención de Incendios Forestales de la Generalitat de Catalunya, un reducido número de incendios (menos del 1%) han sido responsables de la destrucción de más de las tres cuartas partes de la superficie forestal quemada en Cataluña. Sin embargo, si bien estos incendios forestales han transformado muchos componentes del paisaje, incluidos su vegetación y suelos, ofrecen a los propietarios la oportunidad de aprender de decisiones pasadas. Este artículo tiene como objetivo analizar las respuestas de los propietarios forestales de la Cataluña Central tras los grandes incendios forestales de los años 80 y 90, incluyendo la forma en que se definen sus objetivos y estrategias y se ejecutan sus acciones. A través de entrevistas con los miembros de las asociaciones de propietarios de bosques y por medio de la observación participante en las reuniones de la asociación, buscamos examinar los procesos de aprendizaje social experimentados por este colectivo e identificar los mecanismos utilizados en sus esfuerzos por crear estructuras socioecológicas que son menos vulnerables al fuego. El asociacionismo es inusual en el mundo de la propiedad forestal catalana, a pesar de la gran cantidad de áreas forestales privadas. En nuestros resultados, sin embargo, el asociacionismo emerge como una estrategia de cooperación, un reconocimiento de la necesidad de vincular las estructuras ecológicas y sociales en el territorio, y que definimos como una forma de 'resistencia socioecológica'. Nuestro estudio destaca que los objetivos y acciones de las asociaciones de propietarios forestales tienen un componente tanto instrumental como emocional, por lo que la razón, la emoción y la acción han llegado a formar los tres vértices de la resistencia socioecológica al fuego.