Artículo de revista
PLEISTOCENE HUMAN OCCUPATION IN THE ATACAMA DESERT: FIRST RESULTS FROM THE APPLICATION OF AN INTERDISCIPLINARY PREDICTIVE RESEARCH MODEL
OCUPACIÓN HUMANA DEL PLEISTOCENO EN EL DESIERTO DE ATACAMA: PRIMEROS RESULTADOS DE LA APLICACIÓN DE UN MODELO DE INVESTIGACIÓN PREDICTIVA INTERDISCIPLINARIA
Registro en:
0717-7356
10.4067/S0717-73562011000300003
877BG
WOS:000299150900003
Autor
Santoro, Calogero M.
Ugalde, Paula C.
Latorre, Claudio
Salas, Carolina
Osorio, Daniela
Jackson, Donald
Gayo, Eugenia
Institución
Resumen
In South America. evidence of human occupation dates back to 14,600 calibrated years BP (14.6 ka). Yet, important areas such as the Atacama Desert, between latitude 17 degrees to 21 degrees S (northern Atacama), lack occupations older than 11.5 ka. Current hyperarid conditions in the Atacama have dissuaded many researchers from considering this region as a possible territory for Pleistocene-Holocene peoples. Paleoecological data, however, have suggested increased availability of water along the western slope of the Andes from 17.5-9.5 ka. Thus, we systematically searched for rodent middens and paleowetlands in the large canyons of the Andean Precordillera as well as the interfluves (1,000-3,000 masl). As a result, we identified specific habitats favorable for early human settling. This interdisciplinary and predictive methodological model, summarized in this pope!; allowed us to identify several sites. Among these, Quebrada Mani 12 is the first Pleistocene-Holocene human occupation (similar to 11.9 a 12.7 ka) known from the northern Atacama. En Sur America. la evidencia de ocupación humana se remonta a 14.600 años calibrados AP (14,6 ka). Sin embargo, áreas importantes como el desierto de Atacama, entre los 17 y los 21 grados de latitud S (norte de Atacama), carecen de ocupaciones mayores de 11,5 ka. Las actuales condiciones hiperáridas de Atacama han disuadido a muchos investigadores de considerar esta región como un posible territorio para los pueblos del Pleistoceno-Holoceno. Los datos paleoecológicos, sin embargo, han sugerido una mayor disponibilidad de agua a lo largo de la vertiente occidental de los Andes de 17,5 a 9,5 ka. Así, buscamos sistemáticamente basureros de roedores y paleohumedales en los grandes cañones de la Precordillera Andina así como en los interfluvios (1000-3000 msnm). Como resultado, identificamos hábitats específicos favorables para el asentamiento humano temprano. Este modelo metodológico interdisciplinario y predictivo, resumido en ¡este papa!; nos permitió identificar varios sitios. Entre estos, Quebrada Mani 12 es la primera ocupación humana del Pleistoceno-Holoceno (similar a 11,9 a 12,7 ka) conocida del norte de Atacama.