Las pesquisas sobre adquisición del lenguaje generalmente privilegian la adquisición de la oralidad sobre la adquisición de la escrita. Una de las posibles razones para esto quizás sea el carácter artificial de ese aprendizaje, el cual, al contrario del habla que es adquirida por los niños sólo por el sencillo contacto con producciones verbales de su lengua, necesita ser enseñado. Así, el presente trabajo, además de presentar un estudio acerca de las estructuras sintácticas presentes en textos orales y escritos, busca relacionarlas cuanto a las peculiaridades de esas dos modalidades. Nuestra hipótesis es la de que con excepción de las distinciones relacionadas a las modalidades orales y escritas, las diferencias están muchas veces relacionadas a los géneros discursivos en que tales estructuras son atestadas.