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Informe diagnóstico sobre la educación superior y la ciencia post COVID-19 en Iberoamérica : perspectivas y desafíos de futuro 2022
Registro en:
Marquina, M., Álvarez, N., Fernández, N., García, P., Pérez, C., Moquete, E., Tavárez, J., López, A., Escala, M., Ferrand, M., Abad-Villaverde, B., Lendor, W., Macías, J., Peña, N., Villanueva-Blasco, V., Rodríguez-Amado, B., Mencía, A., Riggio, G., Cruz, M., Polanco, F. (2022). Informe diagnóstico sobre la educación superior y la ciencia post COVID-19 en Iberoamérica : perspectivas y desafíos de futuro 2022
Autor
Marquina, Mónica
Álvarez, Marisa
Fernández Lamarra, Norberto
García, Pablo
Pérez Centeno, Cristian
Moquete, Elsa María
Tavárez, José Armando
López, Altagracia
Escala, Miguel J.
Ferrand, María Luisa
Abad-Villaverde, Beatriz
Lendor Cabrera, Walter
Macías, José Miguel
Peña Luna, Navia
Villanueva-Blasco, Víctor José
Rodríguez-Amado, Bárbara
Mencía Ripley, Aída
Riggio, Giovanna
Cruz, Magdalena
Polanco, Fernando Andrés
Mejía, Dolores
Valenzuela González, Ana Celia
Martínez, Yuppiel F.
Rodríguez Cuevas, Alvin
Guerrero, Suzana
Méndez, Iván
Sánchez Vincitore, Laura
Institución
Resumen
El principal efecto en la enseñanza a partir de la declaración de la pandemia fue la
transición urgente y sin planificación previa a modalidades de enseñanza remota de
emergencia.
La desigual capacidad para el desarrollo de enseñanza remota de emergencia con que la
pandemia sorprendió a países e instituciones del nivel superior, tiene su correlato en los
desiguales resultados y los desafíos que tuvieron que superar.
La supresión de la presencialidad, que se presentó inicialmente como breve, en muchos
países de la región, superó las 40 semanas y se trata del cierre más prolongado a nivel
mundial.
La primera reacción de las instituciones fue la conformación de comités de crisis para
hacer frente a la emergencia y garantizar la continuidad de la enseñanza de manera
remota.
La pandemia COVID-19 obligó a que las instituciones universitarias llevaran adelante
una serie de esfuerzos institucionales, académicos, tecnológicos, etc., que no
estaban en sus agendas y para los cuales, en muchos casos, no había preparación
previa. Estos esfuerzos no se presentaron de manera equilibrada en el panorama regional.
Si bien las universidades de la región utilizaban plataformas virtuales de apoyo a la enseñanza desde antes de la pandemia, estas no eran en su mayoría propuestas institucionales, sino iniciativas individuales. Esta fue la base de la continuidad pedagógica durante la emergencia y a medida que el cierre de la
presencialidad se prolongó, las instituciones fueron fortaleciendo las propuestas
pedagógicas remotas de emergencia a nivel institucional, incorporando herramientas e
instancias de formación docente.
Para favorecer la continuidad pedagógica, las universidades a nivel institucional no
propusieron una única metodología, dejando estas decisiones de uso de las aulas
virtuales al profesorado, desde donde se dictaron mayoritariamente clases sincrónicas
virtualizadas, al menos en una primera instancia.
Si bien se evidencian los esfuerzos de las IES para ofrecer soporte a la comunidad
universitaria con el objetivo de garantizar la continuidad pedagógica en las mejores
condiciones, existen limitaciones de orden tecnológico, ya sea de conectividad o
equipamiento, que no siempre han podido ser cubiertos. También se evidenciaron
limitaciones de orden pedagógico, pese a los esfuerzos destinados a desarrollar
las competencias básicas en los docentes para facilitar el aprovechamiento de las
posibilidades de la educación a distancia; y, finalmente, de orden socioemocional, con
esfuerzos institucionales tendientes a reducir la ansiedad y el estrés que el aislamiento y la
desconexión social generaron.