Esa cosa en el cielo no es el sol
Registro en:
instname:Pontificia Universidad Javeriana
reponame:Repositorio Institucional - Pontificia Universidad Javeriana
Autor
Ardila Marin, Andres Camilo
Institución
Resumen
Las tradiciones narrativas, como cualquier tradición, han encontrado en las fértiles arenas generacionales de la humanidad, el territorio perfecto para alimentar sus raíces.
Siglos y siglos de historias, relatos, canciones, cuentos, anécdotas y memorias, han encontrado su lugar en las doctrinas colectivas de un lenguaje que, más allá del idioma nativo de sus portadores, encaja perfectamente en los patrones de lectura pactados por la sociedad.
Pero cada una de esas historias, relatos, canciones, cuentos, anécdotas y memorias tuvo su origen en un plano de la realidad que no está sujeto a las frívolas reglas de las dimensiones materiales más inmediatas. Un lugar en donde las leyes de la física nunca dejaron de ser simples hipótesis en un entramado de posibilidades infinitas. En este lugar, las tradiciones, las doctrinas, el lenguaje, no son más que polvo traído por el viento desde una tierra lejana. Aquí cada fragmento de la realidad se convierte en un pequeñísimo reflejo sobre la superficie inmaculada de la esfera borgiana del infinito, el Aleph.
Y es precisamente desde este lugar desde donde quiero contarles algo. ¿Una historia tal vez? ¿Una anécdota? ¿Una serie de relatos? ¿De cuentos? ¿De memorias? ¿Una canción al más puro estilo kubrickiano? Este célebre cineasta decía que las películas deben ser como la música, una progresión de ánimos y sentimientos.
Lamentablemente la naturaleza de lo que les invito a experimentar me obliga a asaltarlos en su buena fé esperando que sean ustedes, como espectadores, quienes tomen ese tipo de decisiones mientras habitan este pequeño rincón atestado de imágenes, sonidos, espacios y letras.
Aquí se unen todos mis relatos a través de fragmentos y convergen múltiples realidades conectadas únicamente por la voluntad de quienes las recorren.
En este lugar he construido mi balcón para observar cómo se crean y se destruyen los mundos que componen estas historias.
Sin embargo debo hacer una advertencia.
Esta obra está destinada a fracasar en su objetivo. Fracasará como película, fracasará como pieza de literatura, fracasará como recuerdo y añoranza, fracasará ante la posibilidad de existir por sí misma.
Fracasará bajo mi cruel intención de perpetuar su naturaleza fragmentaria.
Pero no se compadezcan ante un proceso incompleto, pues en su afán por existir, esta estructura de imágenes, sonidos y espacios, encontrará en la tinta que dispondré a continuación, la esperanza necesaria para validar su permanencia en el mundo.