Tesis Doctorado
Ficciones de la Razón Moderna: Conocimiento e Identidades de Género en a Paixao Segund G.H, de Clarice Lispector, y la Nave de los Locos, de Cristina Peri Rossi
Autor
Saldías-Palomino, María Amanda
Institución
Resumen
A propósito de su lectura del pensamiento de Franz Fanon y otros autores destacadosde los años sesenta del siglo XX, la crítica e investigadora feminista Eliana Ortega seplantea dos preguntas cruciales "¿qué significa hacer crítica? ¿qué se juega en el ejerciciode ese "poder"?" (1996: 17). Las preguntas formuladas por esta autora nos emplazarían areconocer que el discurso de la crítica no estaría ausente de las relaciones de poder delcontexto histórico y político en el que se produce, conminando a quien se dedica a estalabor a tomar conciencia tanto del posicionamiento crítico y político, como de laresponsabilidad que supone su actividad, teniendo la convicción de que sus ideas tienen unaincidencia en los modos de comprender el mundo y los distintos discursos que loconstruyen.En cuanto a mt propio posicionamiento como investigadora, debo señalar que, enprimer lugar, mi localización es mi situación particular como sujeto femenino, conformación académica de postgrado en el área de las humanidades, que vive en una ciudadde provincia en un país latinoamericano, en el que aún se mantiene fuertemente arraigadoun concepto binario y jerarquizador de las relaciones sexo-genéricas, que atraviesa todoslos espacios de la vida social, política y cultural. Teóricamente me ubico desde la crítica(pos )feminista, la que tiene como función principal, como indica Ortega, "resistir losdiscursos y las prácticas de poder de la cultura hegemónica" (1996: 23), entre los que seencuentran las regulaciones de género como parte del paradigma logocéntrico de lamodernidad. Al ubicarme como investigadora desde esta posición crítica, asumo que paraque mi trabajo pueda cumplir esa función señalada por Ortega, debo primero desaprenderlas totalizaciones y naturalizaciones del discurso logocéntrico si es que aspiro a aprenderotras formas menos excluyentes y opresivas de comprender la realidad; en especial, debodetenerme en las relaciones de poder que han determinado la incidencia de las normativasde género tanto en la organización de las sociedades, como en sus producciones artísticas yculturales. En ese sentido, coincido con Jean Franco cuando postula que[l]a teoría feministaes, por lo tanto, una teoría que trata del poder expresado entérminos analógicos a la diferenciación sexual que, a su vez, es determinado socialmente. La teoría feminista analiza la relación entre lo femenino y lasinstancias de poder y propone las mismas preguntas que Derrida al decir: «¿Quésucederá si tratamos un área de la relación con el Otro en el cual el código deseñales sexuales no fuera ya determinante?» (1986: 33).En esa línea de pensamiento, abordo la literatura como una manifestación artística en laque podemos ver reflejada, entre otros aspectos, la comprensión del sexo y del género en elcontexto político, cultural y social de producción de la obra. La teoría feminista permitiríadar visibilidad a dos factores, el género y la política, que han sido pasados por alto en losmodelos de lectura canónicos (Schweikart, 1999: 124), los que postulan una visiónuniversalista y homogenizante de las escrituras literarias. Por lo tanto, una crítica que sigaestos lineamientos teóricos, debe necesariamente cuestionar los modelos dominantes delectura "a partir de una crítica de las instituciones y, antes que nada, del sistema literario ensí mismo" (Franco, 1986: 32).Por esta razón, las lecturas feministas, antes que buscar una especificidad femenina, almodo canónico, lo que intentarían promover es el cuestionamiento al poder que esencializalas identidades de género al interior de los distintos discursos culturales que nos constituyensocialmente, teniendo presente que una obra literaria no puede ser entendida fuera delcontexto social, histórico y cultural en el que fue escrita (Schweickart, 1999: 135). Alformularse las preguntas ¿quién narra? ¿desde dónde se sitúa la escritura? ¿desde dónde sesitúa quién narra?, esta propuesta de lectura puede ser aplicada a cualquier texto, sinimportar el género de quien lo haya escrito, puesto que justamente, como reflexiona SaraCastro-Klarén, se trata de romper con el modelo de pensamiento binario inclusive dentrodel propio pensamiento feminista y repensar "the relationship between sex and gender orrather how to think of our anatomical differences, how to disentangle the opposition builtbetween biology as presocial, prehistorical and prediscursive and the body" (2003: 18),evitando caer en nuevos reduccionismos y homogeneizaciones.Al adherir a la crítica feminista, intento contribuir con una lectura más dinámica ymenos autoritaria de los textos literarios, en particular, de aquellos escritos por mujeres enLatinoamérica, proponiendo una visión objetivamente parcial e incardinada, de acuerdo a lopostulado por Donna J. Haraway en su teoría de los conocimientos situados (1995), quecontribuya a una mejor comprensión y difusión de esa producción literaria, prestando atención a sus posibles diferencias con respecto al canon establecido, como también su posición en torno a los modelos de pensamiento dominantes de su época. PFCHA-Becas Doctorado en Literatura Latinoamericana 214p. PFCHA-Becas TERMINADA