La biodiversidad, la variedad de la vida en la Tierra, es de singular importancia para el desarrollo económico y social, y fundamental para la supervivencia humana. La biodiversidad para la alimentación y la agricultura incluye la que está presente en los sistemas de producción agrícola, de pastoreo, forestal y acuáticos. Abarca la variedad y la variabilidad de los animales, las plantas y los microorganismos a nivel genético, las especies y los ecosistemas que sostienen la estructura, las funciones y los procesos de los sistemas de producción. Los agricultores, los pastores, las comunidades forestales y los pescadores han administrado e influido en la diversidad por muchas generaciones, lo que refleja la articulación de las actividades humanas con los procesos naturales. La conservación y la gestión sostenible de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura requieren un amplio conocimiento del estado y el uso de todos los componentes de esa biodiversidad, así como de los niveles y tipos de efectos de la presencia del ser humano.