Tesis de doctorado
El Ahuehuete y el ritual amoroso en Teotitlán del Valle, Oaxaca
Date
2021Author
RAMOS GOMEZ, OSCAR RUBELIO; 365200
Ramos Gómez, Oscar Rubelio
Institutions
Abstract
Lo primero que habría que preguntarse es: ¿existe una antropología del amor?, ¿es viable e importante estudiar un tema de este tipo dentro de los estudios antropológicos?, ¿cuál es su valor y aporte en el conocimiento que se construye?
El amor, esta palabra tan pequeña sintácticamente, pero con un profundo significado y sentido a través del tiempo y del espacio dentro de las culturas, nos habla de un modo de existencia y proceder de cada pueblo y comunidad, de cada cultura y sociedad, de cada país y nación.
Al igual que diferentes estudios dentro de la Antropología como el parentesco, la religión, la ritualidad, entre muchos otros; el amor debe de ser considerado como parte de un entramado cultural que genera información para entender a la cultura desde una perspectiva emocional, desde la Antropología de las emociones.
En este sentido: ¿Es verdad que la risa podría estar basada en un fundamento clasificatorio y universal? ¿Es acaso que las lágrimas tienen un argumento general dentro de la cultura para entender que cada gota derramada tiene una única y específica razón de ser? ¿Cuando me “enamoro” y creo “amar” a alguien es porque tengo un reloj biológico que se “enciende” en cierto momento produciendo oxitocina y dopamina, de modo que mi emoción sólo puede ser entendida a partir de estos químicos? ¿Puedo clasificar mis emociones y mis sentimientos y darles un significado general?
Sabemos que no somos entidades sin cuerpo; sin embargo, la cultura es el motor de dicho cuerpo; la sociedad propicia el Sentido de todas y cada una de las operaciones, procesos y estructuras de su proceder. Cuando una persona ríe, llora, se enoja, tiene envidia, es feliz, ama y quiere a alguien o algo, no se puede dar una explicación bajo reglas biológicas que gobiernen nuestra vida, puesto que son las comunidades quienes bajo en ciertos tiempos y espacios determinados estructuran sus propias reglas en torno a sus emociones.