Espacio público y regionalización, hacia la habitabilidad a través del diseño de una unidad médica
Fecha
2019-09-06Registro en:
García Rosales, Ricardo. (2019). Espacio público y regionalización, hacia la habitabilidad a través del diseño de una unidad médica. (Ingeniería en Arquitectura). Instituto Politécnico Nacional, Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, Unidad Tecamachalco, México.
Autor
García Rosales, Ricardo
Institución
Resumen
RESUMEN: Paradójicamente iniciaré la conclusión de este documento, que tiene como objetivo
la obtención del título de ingeniero arquitecto, haciendo referencia a las sesiones
iniciales que tuvimos en el mismo. Una de ellas fue una pequeña exposición y plática
que impartió la profesora y doctora Patricia Flores del Campo, en la cual, entre
muchas otras cosas, nos daba una pequeña reseña sobre el concepto de salud
enfermedad y cómo estos se relacionan con una población específica, a través del
concepto de epidemiología, al mismo tiempo, nos habló de la práctica preventiva
dentro del campo de la medicina como una estrategia para conservar la salud en la
población. Sin embargo, más allá de estos valiosos datos, algo que aún recuerdo
profundamente, fue la parte en la que nos hablaba de sus vivencias dentro del
espacio arquitectónico hospitalario y las recomendaciones que nos hacía al
respecto, a nosotros como “futuros arquitectos”, ella nos hacia hincapié, acerca de
la importancia de humanizar los espacios a través de la integración de luz y
ventilación natural en la medida de lo posible; y que de esta manera dichos espacios
no se volvieran tóxicos para los ocupantes. Nos recomendaba al mismo tiempo,
crear atmosferas agradables y reducir los recorridos para el usuario técnico del
hospital quienes permanecen la mayor cantidad de tiempo en el edificio.
Otra de las sesiones con las que comenzaba el seminario, y que se me hicieron
particularmente interesantes, fueron las que tenían que ver con el terreno de la
planeación arquitectónica, pláticas que fueron impartidas por el arquitecto Daniel
Ascarraga Fuentes, en las cuales abordaba el tema haciendo una analogía con un
viaje, es decir: plantear inicialmente el destino, en otras palabras a dónde se quiere
ir, y posteriormente determinar cómo y cuándo se quiere ir. En el terreno de la
planeación arquitectónica, es primordial siempre conocer la situación actual del
tema, es decir conocer qué se ha hecho al respecto y cómo, conocer el Status QO
de la situación, esto nos permitirá saber bien cuál es la problemática al respecto, y
saber bien cómo actuar, o por lo menos saber qué ruta seguir, aunado a esto y de manera intrínseca se deben analizar las condiciones geográficas del lugar: clima,
tipo de terreno, infraestructura instalada, vientos dominantes, entre otros factores.
De esta manera, estaremos en la posibilidad de proponer una solución
arquitectónica que responda a una necesidad y problemática real, y que al mismo
tiempo pueda ser una solución satisfactoria. Un aspecto importante que no debemos
dejar de lado, y que el Arquitecto Ascarraga nos hacía mucho énfasis, fue el de
crear conexiones interdisciplinarias que fortalecieran nuestro conocimiento al
respecto del tema, recolectar la mayor cantidad de información especializada para
que de esta manera, pudiéramos dar una solución balanceada y que atendiera las
necesidades de físicas, técnicas, y humanas de todos los usuarios que
interactuarían con el objeto arquitectónico.
Esta retroalimentación obtenida de la Doctora Patricia y del Arquitecto Daniel, abrió
mi panorama y me hizo realmente estar consciente de la responsabilidad que
tenemos como arquitectos, al dar una solución a un tema y requerimiento específico.
En ocasiones, y personalmente me ha pasado que creemos saber todo al respecto
del tema, sin antes realmente habernos informado, actuamos sin haber hecho un
análisis previo de diversos ingredientes que darán sustento a una propuesta
arquitectónica. Es primordial conocer a los diferentes actores que interactuaran con
el objeto arquitectónico y que fundamentalmente son humanos y tecnológicos.
Debemos saber bien, cómo nuestro edificio será consistente estructuralmente y
cómo a la vez será lo suficientemente humano.
Para mí el objeto arquitectónico es como el cuerpo humano, es decir, todo edificio
tiene una envolvente exterior (una fachada, con cualidades formales específicas),
que para el cuerpo humano sería la piel; una estructura ósea que para el edificio es
una estructura compuesta de muros, trabes y columnas, (que darán soporte y
estabilidad del cuerpo arquitectónico), elementos más finos que confirman redes
complejas de ductos que recorren el cuerpo entero para suministrar-expulsar
líquidos y nutrimentos y que en el caso del edificio, son las instalaciones hidráulicas, sanitarias, de gas y por supuesto instalaciones más especializadas, y finalmente
comparo a los órganos internos del cuerpo, como son el corazón, el cerebro y el
sistema digestivo por mencionar algunos, con el usuario mismo que habita el
edificio, que al final son los que enriquecen y dan vida al objeto arquitectónico
inanimado, dotando de espíritu y energía a la máquina funcional, haciéndola más
humana. Toda esta gran estructura llena de complejidad, interactúa con agentes
naturales externos, como son el viento, la luz, lluvia, y otros más factores, siempre
teniendo que resistirlos de manera adecuada para proteger a los que habitan al
interior del mismo.