Artículos de revistas
La naturaleza como sinfonía.
Fecha
2021-03-01Autor
Trewhella Fernández, Richard
Resumen
El deseo de comprender la naturaleza para atraer sus beneficios es tan antiguo como el
hombre mismo. El chamán de las comunidades arcaicas, investido de máscaras y cueros de
animal, se dirigía a los vientos y a la lluvia, a la poderosa serpiente, mediante cánticos y
esotéricas fórmulas, para exorcizar los demonios que habitaban el cuerpo de un enfermo.
En el terreno de la magia y la brujería se convoca a las potencias de la naturaleza. Nos
preguntamos: ¿habrá, entonces, una sustancial diferencia entre las experimentaciones del
chamán y las prácticas que el científico ensaya día a día, ritualmente, en su laboratorio?
Existen, en realidad, inconmensurables diferencias. Mientras las prácticas del hechicero o
del brujo presuponen un universo de símbolos, donde cada uno se corresponde o resuena
con el otro, el ámbito de comprensión de la ciencia presupone, por el contrario, un universo
desencantado. En Dialéctica de la Ilustración (DI) Horkheimer y Adorno escriben lo
siguiente: “El programa de la Ilustración era el desencantamiento del mundo. Pretendía
disolver los mitos y derrocar la imaginación mediante la ciencia.”1