Thesis
Evaluación de diferentes sustratos en la producción de plantas de timbó (Enterolobium contortisiliquum (Vell.) Morong) en contenedor
Fecha
2019Registro en:
García, Pablo Gabriel "Evaluación de diferentes sustratos en la produción de plantas de timbó (Enterolobium contortisiliquum (Vell.) Morong) en contenedor". -- Luján (AR) : Universidad Nacional de Luján (UNLu), 201?. 46 p.; 30 cm.
Autor
García, Pablo Gabriel
Institución
Resumen
La calidad de los plantines forestales viene determinada por su capacidad de sobrevivir bajo
condiciones de estrés y producir un crecimiento vigoroso después de su plantación. Este concepto
complejo incluye tanto la capacidad fisiológica como características morfológicas capaces de
permitir el crecimiento aún en condiciones limitantes. Sin embargo, diversos criterios permiten
conformar la calidad de planta y pueden ser manipulados mediante prácticas de vivero (Johnson y
Cline, 1991)
Uno de los factores que influyen considerablemente en la calidad del plantín es su estado
nutricional a lo largo del ciclo de crecimiento. El diagnóstico del estado nutricional de las plantas
se ha basado tradicionalmente en el análisis químico del suelo, pero también en el de tejidos
vegetales (Melendez y Molina, 2002)
Las hojas y sus componentes, como pecíolo, lámina y fluidos, representan la inversión de
recursos nutricionales que la planta realiza para promocionar los procesos de asimilación de C02 o
transpiración (intercambio gaseoso). La relación entre el contenido de nutrientes de sus tejidos y
el crecimiento es clara. Es por ello que desde el punto de vista de diagnóstico nutricional resulta
fundamental el análisis de las mismas (Melendez y Molina, 2002).
El estado nutricional de las plantas depende también de un factor, no menos importante,
que es el medio donde se desarrollan los plantines. Partiendo del hecho ampliamente conocido de
que no existe un sustrato ideal, cualquier material o mezcla de materiales que cumpla con los
requisitos en cuanto a sus propiedades físicas, químicas y biológicas puede considerarse adecuado
(Goodricke, 1992).
El término “sustrato”, que se aplica en la producción en vivero, se refiere a todo material
sólido que puede ser natural o sintético, mineral u orgánico y que en un contenedor, de forma
pura o mezclado, permite el anclaje de las plantas a través de su sistema radicular. El sustrato
puede intervenir o no en el proceso de nutrición de la planta. Esto clasifica a los sustratos en
químicamente inertes (perlita, leca, lana de vidrio, etc) que actúan únicamente como soporte de la
planta, o químicamente activos (corteza de pino, vermiculita, turba, compost, etc) que intervienen
además en procesos de adsorción y fijación de nutrientes (Pastor, 2000).
Entre las distintas razones que han ido provocando la sustitución del suelo por “sustratos”
podrían remarcarse factores limitantes del desarrollo como pueden ser la presencia de agentes
fitopatógenos, o salinidad, lo que obliga a adoptar técnicas productivas alternativas, y la alta
densidad que otorga un gran peso, dificultando la manipulación y costo adicional por transporte
(Pastor, 2000).
En el caso de la producción de plantines en contenedor el volumen de sustrato es limitado,
en cultivos intensivos las condiciones ambientales están controladas y los niveles de nutrientes
disponibles acostumbran a ser elevados, se produce un aumento en absorción de agua y
transpiración por parte de la planta, debido a que aumenta también el tiempo de apertura de los
estomas (Abad, 1993). Esto obliga a regar frecuentemente para que en todo momento exista aguafácilmente disponible en el sistema radicular, lo que puede ocasionar problemas por falta de
aireación si el sustrato posee bajo nivel de macroporos, causa fundamental por la que un suelo
agrícola no debería ser utilizado para el cultivo en contenedor y por esta razón es conveniente
utilizar sustratos con una elevada porosidad (Pastor, 2000).
El desarrollo de la tecnología agrícola investiga y propone las mejores alternativas viables
para la producción. Tal es el caso de los productores agrícolas, forestales y ornamentales que
demandan un sustrato adecuado y acorde al sistema de producción. En consecuencia, el mercado
actual ofrece una diversidad de estos materiales, los cuales presentan propiedades físicas,
químicas y biológicas propias para un buen desarrollo de las plantas. Sin embargo aspectos como
el precio, el manejo, la finalidad y la disponibilidad de estos sustratos son factores decisivos del
éxito o fracaso en la utilización de los mismos (Pastor, 2000). Por lo tanto, “la optimización
de producción de plantas en contenedor debe tender a desarrollar sustratos a partir de materias
primas de origen local. A igualdad de eficacia tenemos la posibilidad de promocionar el uso
prioritario de recursos propios (productos compostados, estériles de carbón, etc.) mejorando la
competitividad del producto” (Goodricke, 1992).