Prácticas libertarias y movimientos anticapitalistas. Afinidades e imaginarios en los horizontes de ruptura del ahora-tiempo.

Abstract

Lo que da sentido al estudio del anarquismo en México en la actualidad, es que en los últimos tiempos del siglo XX y la primera década del siglo XXI, desde que el capitalismo se expresa en su forma neoliberal, han emergido una pluralidad de movimientos que se oponen a sus políticas de explotación, despojo, represión y desprecio, organizándose de modo horizontal, haciendo política desde la acción directa y negándose a ser parte de los gobiernos, a pretender reformarlos o cambiarlos.

Son movimientos que nacen después de la crisis del marxismo-leninismo, del repliegue de las luchas de liberación nacional, de las formas de hacer política revolucionarias que se configuraron a partir de la aspiración al poder; también son movimientos que van más allá de las formas ciudadanas, electorales y de política profesional situadas dentro de la legalidad de la institución estatal y el capitalismo.

Crean prácticas y formas de pensar distintas y nuevas, pero al mismo tiempo recuperan, dan vitalidad y actualidad al hacer y al proyecto anarquista. En el país, es en los movimientos que emergen de contraculturas, de la lucha antiglobalización y a partir del levantamiento del EZLN de 1994, donde la práctica y la significación imaginaria anarquista ha emergido, además de que es parte en la configuración de los procesos político-organizativos de estos movimientos; por tanto, es necesario voltear al pasado desde el tiempo actual, para mirar los vínculos, las referencias, las raíces y las transformaciones del anarquismo en las prácticas de los movimientos anticapitalistas del presente.

Considero que estos tres movimientos son los que aglutinan los colectivos,individuos, comunidades e iniciativas organizativas que por sus formas de hacer política y sus posicionamientos ético-políticos basados en la acción directa, la horizontalidad y la autogestión, lo mismo que por sus cuestionamientos a las relaciones sociales capitalistas y a la forma-Estado manifiestan, de una manera mas clara, un hacer y una pensar que se articula con el horizonte y las experiencias libertarias en México del pasado.

Son los que en el tiempo actual permiten mirar esos pasados marginales que configuraron un imaginario social instituyente 9 que cuestionó la heteronomía, para comprender que las prácticas libertarias y su horizonte éticopolítico no son algo del pasado; que las formas de hacer política, las demandas y posicionamientos ético-políticos de los movimientos actuales no son una casualidad. Se trata de crear una constelación entre la historia y estas experiencias actuales, la articulación de los tiempos vividos de lo que fue y el presente en función de sus prácticas y horizontes.

En este sentido, lo que conecta el tiempo actual con el movimiento libertario en México del pasado, son las prácticas y las significaciones sociales de los movimientos, desde ahí se puede dar una mirada que logre mostrar el devenir de éste, sin necesidad de una historiografía descriptiva, que vea linealmente los momentos históricos. Es una condensación de las temporalidades sociales que desde la perspectiva de construcción de imágenes dialécticas permiten mirar a partir del tiempo actual los pasados del anarquismo en México. Es el reconocimiento de la discontinuidad de las temporalidades lo que permitiría encontrar los vínculos y resonancias entre las prácticas y las significaciones imaginarias sociales de los movimientos anticapitalistas de hoy con el movimiento libertario.