Tesis de Maestría
Resonancias arquetípicas en Blanco y rojo de Bernardo Couto Castillo
Fecha
2009-11-27Autor
Cervantes Romo, María De Jesús
Institución
Resumen
Bernardo Couto Castillo
La causa del desconocimiento de algunos escritores mexicanos de finales del siglo XIX reside, en el mayor de los casos, en la caducidad de la prensa escrita; la culpa del abandono o indiferencia por esta obra se encuentra en la condena inherente de la fugacidad de este medio. Sin embargo, las publicaciones periódicas representaron el principal vehículo de difusión literaria acorde con las exigencias de la época porfirista.
Así, sabemos que el modernismo y su veta decadentista, junto con los requerimientos de la prensa y la influencia de Edgar Allan Poe (1809-1849), dieron a la narrativa breve los elementos que consolidarían el género en México. De allí sobresalen nombres como Manuel Gutiérrez Nájera (1859-1895), Carlos Díaz Dufoo (1861-1941), José Juan Tablada (1871-1945), Luis G. Urbina (1864-1934), Alberto Leduc (1867-1908), Ángel de Campo (1868-1908), Amado Nervo (1870-1919), Ciro B. Ceballos (1873-1938), Efrén Rebolledo (1877-1929) y el protagonista de este recorrido. No pretendo referir a contextos demasiado prolijos en esta introducción. Sin embargo, precisamente el poco conocimiento de este autor y, por ende, de su obra, me obliga a mencionar algunos aspectos de manera general.
Bernardo Couto Castillo fue un narrador nacido en la ciudad de México. Los años que comprenden su existencia han sido marcados de forma sistemática de 1880 a 1901. Sin embargo, Ángel Muñoz Fernández, compilador de la obra completa de Couto, aventura que el narrador nació en 1879. La duda respecto al año de nacimiento encarna una promesa de investigación expresada en Bernardo Couto Castillo. Cuentos Completos (2001), libro que representa una fuente esencial para la realización de la presente tesis.
Este narrador sólo tenía 14 años cuando comenzó a publicar en el diario de El partido liberal, después colaboró en periódicos como El Nacional, El Mundo y también trabajó en la Revista Azul. Su labor como cuentista fue el eje central de sus apariciones en los diarios pero también, su conocimiento de la lengua francesa lo llevó a ser traductor. Entre otros, tradujo a Villiers de LÍsle Adam, cuya obra tendrá eco en la narrativa de Couto. Debe decirse que su trabajo en la prensa fue más allá e inició el proyecto de la Revista Moderna, donde por supuesto también colaboró. La publicación en manos de Couto sólo llegó al número uno y, ante diversas circunstancias, la tarea la retoma José Juan Tablada, impulsado tras el escándalo de “Misa negra” y bajo el auspicio de Jesús E. Valenzuela.
De la voz de varios modernistas, como la del mismo Tablada y Ciro Ceballos, se reconstruye la imagen de un Couto de lucidez sorprendente para su corta edad. Al mismo tiempo, los autores hacen hincapié en los paraísos artificiales que adoptó de Baudelaire (1821-1867) como un ferviente religioso. De hecho, fue el exceso de la vida bohemia la que lo llevó a una muerte prematura cuando apenas tenía veintiún años. No obstante, este aspecto no debe ser tomado como punto medular para la lectura de su obra o de esta tesis, ya que su narrativa, por sí sola, es digna de estudio y no debe ser opacada por las circunstancias de su vida. Se trata de la religiosidad del arte llevada hasta sus últimas consecuencias.