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Guías basadas en la evidencia para el uso de traqueostomía en el paciente crítico
Fecha
2017Registro en:
Raimondi, N., Vial, M. R., Calleja, J., Quintero, A., Alban, A. C., Celis, E., ... & Vidal, E. (2017). Guías basadas en la evidencia para el uso de traqueostomía en el paciente crítico. Medicina Intensiva, 41(2), 94-115.
0210-5691
1578-6749
DOI: 10.1016/j.medin.2016.12.001
Autor
Raimondi N., Vial M.R., Calleja J., Quintero A., Celis E., Pacheco C., Ugarte S., Añón J.M., Hernández G., Vidal E., Chiappero G., Ríos F., Castilleja F., Matos A., Rodriguez E., Antoniazzi P., Teles J.M., Dueñas C., Sinclair J., Martínez L., Von der Osten I., Vergara J., Jiménez E., Arroyo M., Rodriguez C., Torres J., Fernandez-Bussy S., Nates J.L.
Cortés, Alban A. [Clínica Mayor de Temuco, Hospital de Nueva Imperial, Universidad Mayor, Chile]
Institución
Resumen
Objetivos: Proporcionar guías de traqueostomía para el paciente crítico, basadas en la evidencia científica disponible, y facilitar la identificación de áreas en las cuales se requieren mayores estudios. Métodos: Un grupo de trabajo formado con representantes de 10 países pertenecientes a la Federación Panamericana e Ibérica de Sociedades de Medicina Crítica y Terapia Intensiva y a la Latin American Critical Care Trial Investigators Network (LACCTIN) desarrollaron estas recomendaciones basadas en el sistema Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation (GRADE). Resultados: El grupo identificó 23 preguntas relevantes entre las 87 preguntas planteadas inicialmente. En la búsqueda inicial de la literatura se identificaron 333 estudios, de los cuales se escogieron un total de 226. El equipo de trabajo generó un total de 19 recomendaciones: 10 positivas (1B=3, 2C=3, 2D=4) y 9 negativas (1B=8, 2C=1). En 6 ocasiones no se pudieron establecer recomendaciones. Conclusión: La traqueostomía percutánea se asocia a menor riesgo de infecciones en comparación con la traqueostomía quirúrgica. La traqueostomía precoz solo parece reducir la duración de la ventilación mecánica pero no la incidencia de neumonía, la duración de la estancia hospitalaria o la mortalidad a largo plazo. La evidencia no apoya el uso de broncoscopia de forma rutinaria ni el uso de máscara laríngea durante el procedimiento. Finalmente, el entrenamiento adecuado previo es tanto o más importante que la técnica utilizada para disminuir las complicaciones.