Poder, Nación y Universidad: influjo de las relaciones de poder en el surgimiento de la Universidad Privada
Autor
Arce Narváez, Gloria Cristina
Institución
Resumen
Para adentrarse en la historia de la Universidad Libre de Colombia
y entender su nacimiento y evolución es necesario remontarse,
en primer lugar, al contexto histórico de la Colombia de aquellos
tiempos. Para ello, es preciso situarse en la etapa que se ha dado a conocer
con el nombre de la Regeneración, aproximadamente entre 1880 y 1903.
Vale la pena anotar que propiamente el período de la Regeneración culmina
en 1900, pero que por extensión se refiere al dominio conservador que se
ejerce hasta 1930. Al término de la Guerra de los Mil Días, en 1902, se
ensayaron dos esquemas de reconciliación política: el quinquenio de Rafael
Reyes (1904-1909) y el republicanismo de Carlos E. Restrepo (1910-1914), a
partir de los cuales surgió la Hegemonía Conservadora (HC) (1914-1930).
Se entiende por hegemonía el predominio o control exclusivo de un grupo
sobre otro. En este caso se trató de un período de más de cuarenta años
donde el Partido Conservador tuvo la dirección única y exclusiva del
gobierno sin tener en cuenta el sentir de otras corrientes políticas. La época
de la HC atrasó cultural y políticamente a Colombia; la aisló del mundo, la
encerró en los conventos y las iglesias, por lo que se impartió una enseñanza
absolutamente basada en la fe y no en la ciencia; y prácticamente la enfrentó
en una guerra de pecadores contra santos. Fue uno de los periodos más
aterradores de la historia del país.
Y si bien es cierto que siempre se han evidenciado marcados contrastes
entre las opiniones que conforman las diferentes posturas, para esta
época las diferencias entre los partidos políticos1 se expresaban de formaviolenta y representaban orientaciones muy distantes acerca de la forma
de organización del Estado. Cabe destacar que previo a lo anteriormente
mencionado, para el año de 1863, los liberales habían promulgado la
Constitución de Rionegro, en donde se propendía por un Estado liberal
federalista que consagrara libertades individuales, impulsara el libre
mercado y buscara la separación de poderes entre la Iglesia y el Estado.
La Constitución de Rionegro fue promulgada el 8 de mayo de 1863 por los
liberales radicales, quienes habían logrado ganar la guerra civil de 1860
a 18622. Por supuesto, la oposición conservadora no se hizo esperar y las
tensiones políticas existentes entre regiones desencadenaron conflictos
bélicos que terminaron imponiendo a los conservadores. Es entonces
cuando la Regeneración3, encabezada por Rafael Núñez y su Constituciónde 1886, impuso un Estado centralista y unitario, promovió un modelo de
desarrollo económico que protegía la propiedad tradicional y restituyó
las relaciones entre la Iglesia y el Estado, por ello se firmó el Concordato
(1887)4 como acuerdo entre el Estado colombiano y el Vaticano, siendo
Papa, León XIII5, arzobispo de Bogotá (1884-1889), José Telésforo Paúl, S.J.;el encargado de los negocios en Italia, don José María Quijano Wallis; como
embajador ante la Santa Sede estaba don Joaquín Fernando Vélez, y como
delegado pontificio, don Juan Bautista Agnozzi.
Bajo estos criterios es fácil deducir que la universidad quedó bajo el control
del Estado; fue el Gobierno quien determinó absolutamente todos los
lineamientos, reglamentos, currículos y nombramiento de profesores y
funcionarios. En aquel momento entró en circulación una nueva noción
de universidad, ya que se estableció una universidad confesional y
al servicio del partido de gobierno. La nueva Constitución dejó sin vigencia
la de 1863. Para Miguel Antonio Caro, ideólogo positivista (vale aclarar de
ideas positivistas y de prácticas conservadoras, se diría de ideas eclécticas…
de acuerdo con sus intereses individuales) junto con Rafael Núñez de la
Regeneración, era necesario el control de la universidad por parte del
Ejecutivo, bajo el argumento de que la inestabilidad política era culpa de
los gobiernos radicales. Como consecuencia de este actuar, la universidad
colombiana se anquilosó en los dogmatismos, las materias anodinas, la
ausencia de investigación o de pensamiento científico y la especial adhesión
a los requerimientos de la Iglesia. Sin embargo, contrariamente a este
acontecer, en el plano nacional empezaron a surgir cambios en diferentes
ámbitos. El capitalismo en lo económico, la propagación del marxismo en lo
político, el nacimiento de la clase proletaria y el ascenso de la burguesía en
el plano social; y es de destacar que, a nivel latinoamericano, el movimiento
reformista de Córdoba en 1918 puso en marcha a la juventud para conseguir
transformar la universidad y la Nación.
Para la universidad se pedía libertad de cátedra, participación estudiantil
en el gobierno universitario y popularización de la cultura; para el Estado
se pedía democracia y justicia social. Este fue el marco de inspiración del
liberalismo colombiano, que en oposición a la Regeneración y liderado por
el General Rafael Uribe6, planteó una universidad “científica, moderna,experimental, actual y evolutiva” como se señala en su discurso proferido
en 1909 ante el Congreso de la República. Y a pesar de que el liberalismo era
un partido derrotado, humillado y escarnecido al que se le negaba la
participación en el gobierno, el General Uribe, como único vocero del
partido en la Cámara de Representantes, fue el primero en hablar de la
creación de una universidad popular. Inicialmente, el General diseñó un
plan de reformas a la Universidad Nacional el cual no fue acogido por el
Gobierno de su época, obviamente por las razones ya expuestas. Pero ¿Cuál
fue la actividad política del General?Sin embargo, la mentalidad de Rafael Uribe, ideólogo positivista, que vio
la importancia que, para una educación que quería fundar el derecho a la
libertad y la coexistencia pacífica de credos y razas, es decir, una armonía
política, tenía esta interpretación evolutiva de la sociedad, ya que permitía
presentar todas las ideas como dignas y defendibles y, por tanto, sostener ydefender la tolerancia y el respeto a toda idea e ideario como ideal políticosocial
(Lafuente, 2014, p. 135); siempre apuntó a la idea de crear en el
país una Universidad Libre, donde fuera viable la autonomía académica,
financiera y administrativa al igual que la libertad de cátedra y en donde no
tuviera cabida el dogmatismo político y religioso7.
A la par de estos sucesos, en 1910 existía ya la Universidad Republicana.
Desafortunadamente los tropiezos económicos que tenía hicieron necesario
crear una institución equivalente, que con el mismo nombre tuviera una
nueva administración, organización y, particularmente, eficientes recursos
económicos. Para lograrlo, se reunieron distinguidos profesionales y crearon
una compañía anónima, que tendría como contribución principal la propia
Universidad Republicana cedida por su propietario el doctor Eugenio J. Gómez.
En abril de 1912, ante notario, se creó la nueva Universidad Republicana con
asistencia, entre otros, de Tomás D. Eastman, Diego Mendoza, Francisco
J. Fernández, Simón Chaux, Clímaco Calderón, Felipe Zapata y Eugenio J.
Gómez; el objetivo que perseguía la Compañía era meramente patriótico y
los socios fundadores, inspirados en los más elevados ideales, tenían en la
mira facilitar la instrucción, adaptar los estudios a las necesidades del país,
desarrollar las facultades de trabajo disciplinado y productivo, levantar el
nivel moral por el cultivo de los sentimientos elevados que forman el carácter,y hacer hombres tolerantes, respetuosos de las creencias y derechos de los
demás que rindan culto a los deberes e ideales humanos.
Con un plan de educación de este carácter, empieza el hendimiento de
la Hegemonía Conservadora y se plantea así mismo la ruptura con la
universidad confesional y escolástica, la cual se ve obligada a modernizarse.
Al año siguiente, por causas diversas, el nombre de Universidad Republicana
se cambió por el de Universidad Libre, pero infortunadamente el calendario
avanzaba sin lograr cristalizar las metas propuestas. Cuatro años después,
ante el general Benjamín Herrera, se realizaron manifestaciones públicas
de estudiantes universitarios, insistiendo en la apertura de la universidad;
y la Convención Liberal de Ibagué, reunida en 1922, aprobó recomendar
a los liberales prestar decidido apoyo a la obra de la Universidad Libre,
según el Acuerdo N.º 6, dado en Ibagué a 3 de abril de 1922. El director
del Partido leyó un mensaje en el cual hizo un recuento de las últimas
jornadas libradas por su partido. Ocho importantes acuerdos aprobados
por la Convención de Ibagué, entre otros, recomendó a los liberales que
en la medida de sus recursos prestaran decidido apoyo a la obra de la
fundación de la Universidad Libre. Es entonces cuando en febrero de 1923
el general Benjamín Herrera Cortés8 consideró oportuno ponerse al frentede la institución docente y, como presidente del Consejo Directivo, nombró
colaboradores y profesores. Así inició sus labores la Universidad Libre y,
desde entonces, ha sido guiada por los principios filosóficos, educativos,
pedagógicos, políticos y éticos que orientan su misión y que se inspiran
en los preceptos de democracia, justicia social, libertad de enseñanza,
pensamiento y culto.
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