dc.creatorAlmazán Ávila, Marco Antonio
dc.date2016-07-05T20:31:32Z
dc.date2016-07-05T20:31:32Z
dc.date2014
dc.date.accessioned2017-05-16T15:34:03Z
dc.date.available2017-05-16T15:34:03Z
dc.identifier2214-2134
dc.identifierhttp://hdl.handle.net/20.500.11799/49616
dc.identifier.urihttp://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/989854
dc.descriptionLas condiciones ambientales que se encuentran en función del área geográfica, la posición del sol durante día, el clima y la estación del año, colocan ante a una constante amenaza la estabilidad térmica de nuestro organismo en todo momento, debido a que el cuerpo humano tiende a ganar calor del medio o a perderlo (mediante la excreción de agua por los sistemas renal y urinario, la sudoración, las pérdidas insensibles como la evaporación de agua por las vías respiratorias, etc.). Sin embargo, el ser humano está dotado de una estructura cerebral denominada hipotálamo, quien se encarga de monitorear y regular de manera constante la temperatura corporal, activando los mecanismos de pérdida o ganancia de calor (según sea el caso apropiado) para lograr la adaptación al clima o estado del tiempo de nuestro ambiente.
dc.descriptionSiendo el síndrome febril una respuesta agresiva para ambos agente infeccioso y hospedero, muchas veces se ha cuestionado si realmente la aparición de este síntoma es benéfica para el organismo humano, sin embargo, es un mecanismo de defensa que ha persistido a lo largo de la evolución como parte de la respuesta inmunológica, lo cual demuestra que efectivamente es un proceso que ha sido útil en la lucha del ser humano contra los agentes biológico-infecciosos de su medio. ¿Pero, cómo se lleva a cabo éste proceso fisiológico? Normalmente el hipotálamo funciona como un termostato que mantiene al organismo a una temperatura de 37°C, la cual es idónea para poder llevar a cabo óptimamente sus funciones fisiológicas. Sin embargo, cuando el sistema inmune detecta la entrada de un agente infeccioso, éste actúa en colaboración con el hipotálamo y con una serie de moléculas y receptores que en conjunto se encargan de provocar una reacción febril, buscando así inhibir la proliferación de los microorganismos y a su vez promover la producción de inmunoglobulinas que sean capaces de confrontar y erradicar al agente patógeno. Cabe mencionar que la reacción febril no incluye solamente el aumento de la temperatura corporal, sino que viene de la mano con la activación de algunos mecanismos secundarios tales como los escalofríos y la vasoconstricción o vasodilatación cutánea, cuyo único y final objetivo será reajustar la temperatura a su intervalo normal.
dc.languagespa
dc.publisherUniversidad Autónoma del Estado de México
dc.relationVol.;2
dc.relationNúm.;2
dc.rightsopenAccess
dc.subjectFiebre
dc.subjectSíndrome febril
dc.subjectTermorregulación
dc.subjectTermostato hipotalámico
dc.subjectRespuesta inmune
dc.subjectFármacos antipiréticos
dc.subjectFever
dc.subjectFebrile Syndrome
dc.subjectThermoregulation
dc.subjectHypothalamic thermostat
dc.subjectImmune response
dc.subjectAntipyretic drugs
dc.titleProceso fisiológico y molecular del síndrome febril
dc.typeArtículos de revistas


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