This research describes the experiences of using emotional regulation strategies in adults with depressive and anxiety disorders in Metropolitan Lima. For this, it uses a qualitative approach, descriptive scope, and a phenomenological design. The participants have been diagnosed with depressive and anxiety disorders, which were selected through convenience sampling. A personal data sheet was used, and semi-structured interviews were conducted through a video call platform with 12 participants, considering the principle of category saturation to determine said number. Likewise, they were based on a question guide validated by an Expert Judgment. The information collected was grouped into similar themes, defining subcategories, which in turn were grouped into categories, which were then coded. It was found that people regulate their emotions because it is useful to feel better, to maintain their interpersonal relationships and to carry out their daily activities normally. They also consider that the strategies they use are useful and beneficial in the long term. Furthermore, that the process begins by identifying their emotions, and that the awareness that they have when regulating varies on a continuum from conscious to automatic. Thus, less conscious processes are useful to situations that are repeated over time. In addition, the use of a wide range of individual strategies was found, such as: distraction/concentration, physical activity, breathing, pausing, rational verification of facts, crying, suppression, problem solving, acceptance and social support. These are used depending on external factors, such as being in front of other people, the time available to carry out the strategy and the availability of material resources; as well as internal factors, such as experiencing a specific emotion, being in situations of high emotional intensity and the perceived difficulty of the strategy.La presente investigación describe las experiencias de uso de estrategias de regulación emocional de adultos con trastornos depresivos y de ansiedad de Lima Metropolitana. Para ello emplea un enfoque cualitativo, alcance descriptivo, y un diseño fenomenológico. Los participantes han sido diagnosticados con trastornos depresivos y de ansiedad, los cuales se seleccionaron mediante un muestreo por conveniencia. Se utilizó una ficha de datos personales, y se realizaron entrevistas semiestructuradas por medio de una plataforma de videollamadas a 12 participantes, considerando el principio de saturación de categorías para determinar dicho número. Asimismo, se basaron en una guía de preguntas validada por un Juicio de Expertos. La información recabada se agrupó en temáticas similares, definiéndose subcategorías, que a su vez se agruparon en categorías, que luego se codificaron. Se encontró que las personas regulan sus emociones porque es útil para sentirse mejor, para mantener sus relaciones interpersonales y para realizar sus actividades cotidianas con normalidad. Consideran, además, que las estrategias que usan son útiles y beneficiosas a largo plazo. También, que el proceso inicia por identificar sus emociones, y que el nivel de consciencia que tienen al momento de regularse, varía en un continuo de consciente a automático. Así, los procesos menos conscientes resultan útiles para demandas situacionales que se repiten en el tiempo. Se halló el uso de un amplio abanico de estrategias individuales como son: distracción/concentración, actividad física, respiración, hacer una pausa, comprobación racional de hechos, llorar, supresión, solución de problemas, aceptación y apoyo social. Estas se utilizan dependiendo de factores externos, como estar frente a otras personas, el tiempo con el que se cuenta para realizar la estrategia y la disponibilidad de recursos materiales; así como de factores internos, como estar experimentando una emoción en específico, encontrarse en situaciones de alta intensidad emocional y la dificultad percibida de la estrategia.