dc.description.abstract | La Organización Mundial de la Salud ha declarado
a la Obesidad infantil una epidemia global.
Ésta ataca directamente a los niños preescolares
y escolares e indirectamente al país, ya
que un niño obeso acorta considerablemente
sus expectativas de vida lo que repercutiría en
la masa de población joven del país.
En Chile la obesidad en escolares entre 6 y 16
años ha aumentado de 5 por ciento al 25 por
ciento en los varones, y del 10 al 27 por ciento
en las mujeres, entre 1986 y 1997. EE.UU. y
Japón tienen cifras de obesidad muy similar a
las nuestras, solo que ellos han recorrido el
mismo camino en un mayor número de años
(Chile 10 años; EE.UU., 30 y Japón, 20). En
países como el nuestro, donde ha existido una
explosión del desarrollo económico, se observa
la misma tendencia en obesidad.
Si bien la obesidad en sí, como enfermedad
crónica no transmisible (ECNT) tiene como
explicación la alimentación y la actividad física;
no es suficiente para explicar este efecto a nivel
país. Esto se explica a través del factor sociocultural
que incide en la obesidad infantil.
Es en este punto donde hay que distinguir dos
cambios de paradigma:
¿La gente pobre es delgada?
La obesidad infantil se presenta más en los
grupos socioeconómicos más bajos; aproximadamente
un 60% de los niños obesos se encuentran
en los grupos socioeconómicos (en
adelante G.S.E.) C3 y D. Esto se debe a la mala
alimentación fomentada además por una baja
educación de los padres. Es aquí donde se dan
comportamientos como las salidas al patio de
comidas del mall, sopaipillas y empanadas en
carros ambulantes, etc. | |