| dc.description.abstract | La educación como bien irrenunciable del hombre, debe apuntar al
desarrollo integral, en sus dimensiones física, afectiva, social, intelectual y
espiritual, que forma a la persona como individuo y también como ser social. El
sistema formal intenta responder a las exigencias de las políticas educacionales
de un país que pide y exige educar con calidad. Estos requerimientos del actual
sistema educativo se orientan en un enfoque con miras a obtener resultados
según estándares, donde se pierde la realidad individual de los actores del
sistema y todas sus particularidades, además de las realidades propias de cada
institución educativa. Lo que pide el sistema es responder a estándares de
calidad a través de puntajes obtenidos en pruebas, dejando de lado la
espiritualidad y formación valórica, importantes a la hora de educar.
El problema que visualizamos hoy en nuestro sistema educacional es que el
gobierno, a través del Ministerio de Educación, sólo mide calidad en base a
resultados utilizando pruebas estandarizadas como el SIMCE, excluyendo el
concepto de calidad arraigado en el PEI de los colegios.
Frente a esta situación, surgen preguntas como ¿Cuál es el concepto de
calidad que ha impulsado el Gobierno a través del Ministerio de Educación?,
¿Desde cuándo se estableció este concepto de calidad?, ¿Está arraigado este
concepto en los colegios de nuestro país?, ¿Pueden las pruebas estandarizadas
como SIMCE medir la calidad de los aprendizajes?, ¿En los PEI de los colegios
está explícito el concepto de calidad del Ministerio de Educación?, ¿Cuál es el
concepto de calidad que aparece explícitamente en los PEI de los colegios?,
¿Cuál es el concepto de calidad desde un punto de vista humanista de la
educación?, ¿Cuáles son los elementos cualitativos más importantes existentes en
los PEI de los colegios a analizar?. | |
