En la agricultura, el mantenimiento de la densidad poblacional de un cultivo es muy importante porque permite aprovechar al máximo las condiciones del suelo, agua, ambiente y el espacio para producir alimentos que cumplan con las características de calidad e inocuidad; se sabe que en los cultivos de banano, la rentabilidad del negocio está determinado por el racimo que se produce a partir de una planta, por lo que es necesario mantener las unidades de producción iniciales para que no se vea afectada la inversión que se realiza en un comienzo. Todas las labores de campo están orientadas en la preservación de la población inicial, pero las más relacionadas y en las cuales se basan las demás labores son: mantenimiento de población y desmache, ya que el resto de labores surgen a partir de un buen trabajo en las labores anteriormente mencionadas. Para mantener una población de plantas es necesario tener bases sólidas relacionadas con el método adecuado para realizar estas resiembras, puesto que desde la selección correcta de la semilla/planta que se va a utilizar se está garantizando el óptimo desarrollo de la plantación.