?rbol de Tinta No. 221. Especial G?nero, ciencia y arte
Registro en:
2619-6034
1900-592X
Autor
Godoy Ferro, M?nica
Figueroa Perea, Juan Guillermo
P?ramo Bernal, Milena
Santos P?rez, Lourdes
Su?rez-Krabbe, Julia
Alfonso Jurado, Martha Lisbeth
Roa, Nidia
Isaza Buenaventura, Delcy Esperanza
Navarro Ospina, Angie Lorena
Valbuena, Martha Fajardo
Stefanny Naranjo, Fabiana
Giraldo L?pez, Andr?s Felipe
Reyes, Jaime Eduardo
Quimbayo, Clara
Institución
Resumen
Este n?mero de ?rbol de Tinta presenta diversas reflexiones sobre la relaci?n entre la producci?n de conocimiento cient?fico, las artes y la construcci?n de la diferencia sexual. Partimos de la consideraci?n de que toda ciencia, en el sentido de la fil?sofa Donna Haraway, es una percepci?n particular y etnoespec?fica de una sociedad. Por ello, en el conocimiento cient?fico subyacen valores, ideolog?as y relaciones de poder que hacen de la ciencia un resultado de nuestras culturas.
En sociedades donde la divisi?n entre hombres y mujeres no es relevante para clasificar a los sujetos ni para atribuirles capacidades y potencialiddades, la ciencia (por supuesto que aqu? nos referimos no solo a la occidental sino al corpus de conocimientos que producen todas las sociedades sobre sus entornos) no reproduce esas desigualdades de g?nero. En Occidente, la dicotom?a entre hombres y mujeres est? fuertemente arraigada, por lo tanto, las perspectivas y conocimientos sobre el mundo manifiestan tambi?n esta profunda distinci?n.
La ciencia y filosof?a occidentales erigieron como verdad una interpretaci?n cultural e hist?rica de la anatom?a humana y de sus procesos biol?gicos. Por esta raz?n, se hace necesario revisar nuestras formas de producci?n del conocimiento, las herramientas te?rico-metodol?gicas y los instrumentos de investigaci?n a la luz de categor?as cr?ticas, como el g?nero, que logran develar c?mo lo que sabemos del mundo est? signado por la diferencia sexual.
Hasta hace muy poco tiempo las mujeres ten?an restricciones para acceder a la educaci?n, ejercer sus derechos civiles y pol?ticos, tener propiedades y heredarlas, entre muchas otras. Tambi?n, el uxoricidio por adulterio, es decir, el asesinato de mujeres a mano de sus esposos por celos, a?n puede ser considerado como un acto de locura moment?nea a causa de la ira e intenso dolor. Tal vez, lo que sabemos de justicia tenga que ser cuestionado en un pa?s como Colombia donde en 2016, seg?n el Instituto de Medicina Legal, fueron 125 asesinadas por quienes quiz? alguna vez las amaron y 51.182 mujeres sufrieron ?violencia de pareja?. Si sumado a lo anterior consideramos el subregistro de aquellas que no acuden a las autoridades para poner la denuncia tendremos que aceptar que estamos frente a un panorama aterrador.
Las desigualdades de g?nero ?que tambi?n afectan a poblaci?n lesbiana, gay, transexual, transg?nero e intersexual? est?n produciendo cientos de muertes y miles de agresiones al a?o. ?Qu? tiene que decir la ciencia al respecto de estos problemas sociales?, ?de qu? manera la producci?n de conocimientos en las universidades es ciega al g?nero cuando reproduce estas injusticias? Para pensar en estos interrogantes invitamos a investigadoras, estudiantes y activistas de varias partes del mundo a escribir sus aprendizajes y experiencias sobre la relaci?n entre g?nero, ciencia y artes. Esperamos con ello abrir un debate amplio en la Universidad de Ibagu?, para buscar conjuntamente caminos hacia conocimientos m?s democr?ticos e igualitarios, lo cual pensamos con esperanza redundar? en sociedades m?s ?ticas y justas. Universidad de Ibagu?