Efecto de la fertilización fosforada y azufrada sobre la producción de alfalfa (Medicago sativa l.) en condiciones de riego en el noreste patagónico
Autor
Gallego, Juan José
Miglierina, Ana María
Landriscini, María Rosa
Camina, Ricardo
Barbarossa, Raul
Miñón, Daniel
Zubillaga, María Fany
Institución
Resumen
Fil: Gallego, Juan José. EEA Valle Inferior, Convenio Pcia. Río Negro, Argentina. Fil: Miglierina, Ana María. Universidad Nacional del Sur. Buenos Aires; Argentina. Fil: Landriscini, María Rosa. CERZOS-CONICET. Buenos Aires; Argentina. Fil: Camina, Ricardo. Universidad Nacional del Sur. Buenos Aires; Argentina. Fil: Barbarossa, Raul. EEA Valle Inferior, Convenio Pcia. Río Negro, Argentina. Fil: Miñón, Daniel. EEA Valle Inferior, Convenio Pcia. Río Negro, Argentina. Fil: Zubillaga, María Fany. Universidad Nacional de Río Negro. Río Negro; Argentina. En el Valle Inferior del río Negro aproximadamente el 20% de la superficie total bajo riego se destina al cultivo de alfalfa pura (Medicago sativa L.). Esto contribuye a mantener la oferta anual de forraje con heno de calidad, principal fuente de alimentación de los sistemas de invernada. El elevado potencial productivo de este cultivo en la región (Gallego et al., 2016) ocasiona una alta extracción de nutrientes, particularmente fósforo (P) y azufre (S), los que podrían reponerse mediante una adecuada fertilización con el objeto de maximizar la producción y la calidad del forraje. Evaluar la acumulación de forraje de alfalfa en respuesta a la fertilización con P y S en suelos de textura fina y condiciones de riego. El ensayo se sembró el 15/04/10 en la EEA Valle Inferior del río Negro (40º 48´LS; 65º 05´LW), sobre un suelo Vertisol serie “Chacra” (pH: 7,4; P asimilable (ppm): 14; S disponible (ppm/Olsen): 14; MO: 4,9%; N total (%): 0,21). Se evaluaron diez tratamientos resultantes de la combinación de 5 dosis de P: 0, 20, 40, 80 y 160 kg P ha-1 y dos dosis de S: 0 y 24 kg P ha-1. Los tratamientos fueron: T1: P0S0 (Testigo); T2: P0S24; T3: P20S0; T4: P20S24; T5: P40S0; T6: P40S24; T7: P80S0; T8: P80S24; T9: P160S0 y T10: P160S24. La fertilización se realizó al voleo previo a la siembra de la alfalfa, con una posterior incorporación a 1-2 cm de profundidad. Dado que las dos fuentes de fertilizantes utilizadas contenían N en su formulación y que éste podría presentar efectos sobre la FBN, en todos los tratamientos se agregó urea antes de la siembra a la cantidad de N del T10. El cultivar de alfalfa utilizado fue CW 830 (GRI: 8). Se utilizó un diseño en bloques (n=4) completos aleatorizados con parcelas divididas. El período de estudio comprendió desde 2010 hasta 2013, con cuatro ciclos (C) productivos: C1 (septiembre 2010-junio 2011), C2 (septiembre 2011-junio 2012) y C3 (septiembre 2012-junio 2013). El tamaño de las parcelas experimentales fue de 16,8 m2 (2,1 m de ancho por 8 m de largo), conformadas con 12 hileras a 17,5 cm. La densidad de siembra fue 18 kg ha-1. El cultivo acumuló 1.502, 1.442 y 1.187 mm de agua como riego más precipitaciones en los ciclos 1 a 4 respectivamente. Los cortes se realizaron cuando el forraje alcanzó un 10% de floración o cuando los rebrotes basales presentaran 3-5 cm de altura. Para evaluar la producción anual acumulada de forraje se realizaron 6, 6 y 5 cortes para los C1 a C3 respectivamente, sobre 4,35 m2 con motosegadora a 5 cm de altura. Se tomaron muestras de forraje para determinar el porcentaje de materia seca (%MS) llevando a estufa durante 48 hs a 60 ºC. La fertilización combinada de P+S presentó efectos diferenciales en los ciclos, así como en los distintos cortes de cada ciclo, verificándose una interacción triple entre tratamiento * ciclo* corte (p < 0,0001). Para el C1 no se observaron diferencias con promedio de 22,5 tMS ha-1 (21,8-23) entre los tratamientos fertilizados La ausencia de respuesta en la acumulación de forraje podría atribuirse a los niveles suficientes de P para estos suelos de textura fina al momento de la siembra. Para el C2 todos los tratamientos con P produjeron respuesta en la producción de forraje, con un promedio de 21,4 tMS ha-1, equivalente a un incremento del 11% respecto al testigo. En el C3 solo los tratamientos P160 con y sin S, produjeron diferencias en comparación con el testigo (12,7 tMS ha-1); la producción promedio fue de 15,9 tMS ha-1, equivalente a un aumento del 25%. Resultados similares informaron Quinteros y Boschetti (2005) que cuando los niveles de P eran mayores de 12 ppm, dosis de 40-160 kg P ha-1 produjeron incrementos de 0-18% en la producción de forraje promedio. A partir del 2º ciclo el cultivo de alfalfa respondió a las aplicaciones de P+S. La máxima producción acumulada se asoció a altas dosis de los nutrientes aplicados.