Universidad y Territorio: aproximaciones a la integralidad de las prácticas sociales educativas. Reflexiones a partir de la experiencia de la UNRN.
Autor
Colino, Evelyn del Valle
Eckert, Verónica
Institución
Resumen
Fil: Colino, Evelyn del Valle. Universidad Nacional de Río Negro. Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Derechos, Inclusión y Sociedad. Río Negro, Argentina. Fil: Eckert, Verónica. Universidad Nacional de Río Negro. Departamento de Programas, Proyecto y de Promoción de Derechos, Subsecretaría de Extensión Sede Andina. Río Negro, Argentina. Argentina ha experimentado en las últimas décadas un fuerte proceso de expansión y
regionalización de las universidades argentinas. Mientras en 1970 sólo existían 10 universidades
públicas en el país, hoy existen 56 y al menos una en cada territorio provincial.
Si bien las razones de su creación fueron variadas según el caso, en general hoy existe un discurso
político bastante consolidado, no sólo aquí sino en el mundo, de que las universidades cumplen un
rol estratégico en los complejos procesos de desarrollo integral de los territorios heterogéneos.
Cada vez más las universidades son interpeladas a generar un impacto de relevancia en el mundo
real, con un mandato creciente de compromiso con el entorno social donde las universidades se
insertan y sus necesidades concretas.
La aproximación a un desarrollo territorial (DT), entendido como un proceso atravesado por
dimensiones sociales, económicas, políticas, culturales e institucionales, que conduzca hacia una
mejor calidad de vida en nuestras regiones requiere un abordaje desde la complejidad, la
multidisciplinariedad y las capacidades relacionales.
La universidad latinoamericana, y la argentina en particular, tiene una larga trayectoria en la tarea
de construir una universidad que trasciende sus límites académicos tradicionales y tracciona una
participación activa en la resolución de problemas tanto sociales, sanitarios, económicos,
educativos, tecnológicos, urbanos, políticos, etc. (Tommasino y Canto, 2016; Elsegood, et al.
2014; Medina y Tommasino, 2018; Castro y Oyarbide, 2015; entre otros )
La problematización sobre el rol de las universidades en los desafiantes procesos de cambio global
y desigualdad creciente en y entre los territorios proyecta la necesidad de repensar las
universidades hacia dentro y las transformaciones que se necesitan para enfrentar el enorme
desafío de gestionar recursos escasos en un escenario diverso donde se manifiestan las tensiones
propias entre las exigencias de excelencia y productividad de un sistema científico academicista
globalizado y las demandas y expectativas crecientes del medio donde ésta se inserta y sus
contextos desiguales.
Desde un abordaje epistemológico de la complejidad territorial y la multidisciplina, la nueva
universidad demanda nuevas capacidades relacionales y una organización institucional
innovadora, abierta y flexible. No solo es necesario revisar los planes de estudios y adecuarlos a
la formación integral que los futuros profesionales necesitan; también es imperioso pensar e
introducir nuevas estructuras organizativas, nuevos instrumentos, normativas, procesos y
dispositivos que promuevan, faciliten y operativicen aquellas prácticas que buscan una mayor y
mejor integración de las funciones tradicionales de formación, extensión e investigación en vínculo
con actores del territorio.
Existen señales que muestran un sistema universitario nacional caminando en este sentido. En el
marco del Bicentenario, el Consejo Interuniversitario Nacional ha definido como uno de los
desafíos para las Universidades Públicas Argentinas, el impulsar un modelo académico que, entre
otras cuestiones, se distinga …”por un trabajo de extensión que enriquezca la formación,
colaborando en la detección de problemas para la agenda de investigación y creando espacios de
acción vinculados con distintos actores sociales, especialmente aquellos que pertenecen a los
sectores más postergados” (CIN, 2012, en Vercellino y Del Carmen, 2014, p1.). Asimismo, se han
introducido dispositivos innovadores. Un ejemplo son los PDTS (Proyectos de desarrollo de
tecnología social), un financiamiento específico de la cartera de ciencia y técnica nacional para
investigaciones aplicadas a la innovación social y resolución de problemas a través de mecanismos
de transferencia tecnológica. Otro ejemplo son las convocatorias a proyectos de curricularización
de la extensión y/o presentación de experiencias de incorporación de prácticas sociales educativas
a los planes de estudio, de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU). En paralelo, varias
universidades han introducido en sus propios estatutos y organizaciones internas, dispositivos
pedagógicos innovadores que significan un paso importante en la curricularización de la extensión
y sus prácticas sociales educativas.
La Universidad Nacional de Rio Negro introdujo en 2012 el Programa de Trabajo Social (PTS)
con el objetivo de incorporar en los planes de estudio de las carreras de grado de ciclo largo una
práctica formativa para los y las estudiantes con el fin de que asuman un compromiso social, ético
y ciudadano con el entorno para generar nuevos conocimientos relevantes para la solución de
problemas sociales. Muestra del avance en el proceso de desarrollo e implementación de los PTS,
en el año 2018 se introducen nuevos cambios a la reglamentación1
, que permiten profundizar las
reflexiones sobre las prácticas formativas que se dan en el territorio, como así también en la
organización y ordenamiento de aspectos procedimentales para su implementación.
Desde esta perspectiva amplia de pensar las universidades insertas en procesos dinámicos de
desarrollo de aprendizaje y adaptación, aquí nos proponemos explorar las recientes modificaciones
introducidas a la reglamentación interna e instrumentación del PTS de la UNRN en diálogo con
los elementos significativos del Plan de Desarrollo Institucional de la UNRN y tomando como
base y punto de partida los trabajos relacionados de Vercellino, Del Carmen y Rimaro (2015) y
Vercellino y Del Carmen (2014). El análisis a su vez gira en torno al encuentro conceptual de dos
enfoques disciplinares sobre el vínculo universidad-territorio/comunidad: el enfoque pedagógico
del DT y las prácticas sociales integrales en territorio del campo de las ciencias sociales y humanas
que lideran los principales debates y reflexiones en el marco de la REXUNI (Red de Extensión
Universitaria). La modalidad de análisis se construye sobre la base de una perspectiva de procesos
de aprendizajes, reflexión y transformación hacia dentro de las universidades. Esta mirada concibe
1 derogando la Resolución CDEyVE N° 018/2012 por la Resolución CSDEyVE N° 006/2018 y la Disposición
SDEyVE N° 002/2018
la universidad como un actor territorial que revisa, evalúa y adapta su estructura interna y sus
propios recursos para iniciar el diálogo y trabajo conjunto con el medio.