Tesis de grado
Ser “otro”: la máscara como clave de lectura en los capítulos XXVIII-XXX de la Primera Parte del Quijote
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Autor
Dinardo, María de las Mercedes
Institución
Resumen
Cervantes nunca tuvo un lugar muy claro dentro de la sociedad estamentada a la
que pertenecía. Esta circunstancia le brindó más libertad en su escritura1
; y gracias a
sus diversos trabajos y a su experiencia de vida, pudo reflejar en sus obras toda la
pluralidad cultural que observó y experimentó a lo largo de los años.
En sus años cenitales de creación literaria escribe la Primera Parte del Quijote
publicada en 1605, que tuvo dispares y fervorosos receptores. En 1614, se publican las
Novelas Ejemplares. La Segunda Parte del Quijote data de 1615. Y su novela de aventuras
peregrinas, Los trabajos de Persiles y Segismunda, la termina de escribir en su lecho de
muerte. La variedad de circunstancias y de personas denotan una realidad humana
y vivencial que se unen a lo ficcional.
La novela cervantina al principio se leía mayoritariamente como una obra de
entretenimiento. Gradualmente, al promediar el siglo XVII, convive esta lectura con los
estudios en busca de otras interpretaciones. En esta época surgen las primeras ediciones
críticas2
con ilustraciones muy detalladas, que se dan principalmente fuera de España.
El Quijote es una obra que ha suscitado a lo largo de los años un desarrollo
considerable de interpretaciones del codiscurso crítico, lo que puede llevar a pensar que
no existe ningún aspecto nuevo por investigar. Como afirma Américo Castro “la opinión
corriente de que todo, o por lo menos casi todo, ha sido ya dicho acerca de Cervantes,
causa cierta inhibición en quien se dispone a aumentar con un número la copiosa
bibliografía cervantina” (1925: 7)...