En un área de bosque altoandino que tuvo impactos antrópicos como la agricultura, ganadería y la más reciente plantación forestal de Pinus patula Schiede ex Schltdl. & Cham. Debido a estos disturbios, el bosque altoandino no es capaz de regenerarse. La escuela de restauración ecológica (ERE) siembra especies nativas de bosque altoandino, con tratamientos de nucleación en un predio de 12. 6 hectáreas del sector Laureles del Parque Forestal Embalse de Neusa. La ERE ha evidenciado que en algunas zonas del predio fueron colonizados por especies vegetales de páramo en forma de agregados. Estos agregados de especies vegetales de páramo no pertenecen a una sucesión de bosque altoandino, sino a una sucesión de páramo. Este estudio tuvo como objetivo describir dichos agregados e identificar comunidades vegetales de páramo. Para ello se ejecutaron ocho transectos de 260 metros para cubrir toda el área. A lo largo de los transectos, cada 20 m se estableció una parcela de 2m2, si se encontraban comunidades vegetales de páramo. En total, se realizaron 59 parcelas donde se identificaron las especies presentes, formas de vida y su abundancia. Se identificaron tres comunidades más reperentativas: Espeletia argentea, Paepalanthus columbiensis y Hypericum juniperinum. La comunidad con más parcelas repetidas fue Hypericum juniperinum con catorce parcelas. Concordando con Jaimes y Sarmiento (2002) por medio del porcentaje de cobertura de las formas de vida, se reveló que la sucesión de vegetación de páramo en Laureles es una sucesión inicial. La presencia de las comunidades de páramo en el sector Laureles no va afectar la trayectoria sucesional hacia un bosque altoandino.