dc.contributorPizarro-Romero, Ana
dc.contributorUniversidad de Santiago de Chile
dc.creatorPincheira-Torres, Iván
dc.date2017-04-03T13:50:51Z
dc.date2022-08-18T20:30:08Z
dc.date2017-04-03T13:50:51Z
dc.date2022-08-18T20:30:08Z
dc.date2014
dc.date2012
dc.date.accessioned2023-08-22T22:53:06Z
dc.date.available2023-08-22T22:53:06Z
dc.identifierhttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/cl/
dc.identifierhttps://hdl.handle.net/10533/180732
dc.identifier.urihttps://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/8348833
dc.descriptionEn tanto constituyen un aspecto inherente de la conducta humana, las emocioneshan sido reconocidas como un fenómeno social relevante. De esta situación dan cuenta las diversas aproximaciones existentes respecto de esta materia. Es así como las emociones se han conformado en un campo de exploración por parte de la filosofía, el arte en general,las neurociencias, la psicología, la historiografía, la sociología, las estadísticas y hasta la mercadotecnia.Dentro de este ámbito de interés, y en consideración de estos distintos tipos deabordajes existentes, en el presente estudio - planteado en términos de objetivos de investigación- nos concentraremos en la caracterización de las modalidades a partir de lascuales desde las actuales prácticas de gobierno se buscará gestionar los procesos emotivos de las personas.Estando estrechamente vinculadas a escenarios contextuales específicos, lasemociones expresan aspectos profundamente internalizados del universo social al cual los individuos pertenecen. Así vamos a enfatizar que nuestro interés se centrará en cómo las emociones están culturalmente modeladas. Dentro de estas claves de análisis, en lo que viene a continuación, vamos a concentrarnos en los nexos existentes entre el plano emotivo y las contemporáneas prácticas gubernamentales. De esta forma, lo que nos interesa es dar cuenta del despliegue de unas técnicas de gobierno interesadas en conocer e intervenir sobre los sentimientos y estados de ánimo de la población. Esto es lo que lograremosadvertir en el caso particular y específico de aquella manifestación emocional que es la felicidad.Las emociones emergen al interior de marcos socialmente estructurados. De estaforma, son varios los investigadores que se concentrarán en la relación existente entre emociones y sociedad. Así, por ejemplo, nos encontramos con abordajes que han explorado en el rol de las emociones en el sostenimiento de normas sociales, como así mismo en el rolde las normas sociales en la regulación de las emociones (Elster, 2002; Le Breton, 2009; Heller, 1999). El manejo de los procesos emocionales en los espacios laborales contemporáneos también ha sido una temática documentada desde los estudios sociales en emociones, enestos términos, se ha verificado la configuración de técnicas gerenciales para el manejo de los aspectos emotivos de los trabajadores (Illoiz, 2007; Hochschild, 2008, 1979). Por otra parte, igualmente se ha constatado que las emociones ocupan un lugar destacado en el derecho; figurando en la formulación y la administración de la ley. El derecho sin la apelación a la emoción es prácticamente imposible. El derecho, por lo general, toma en consideración el estado emocional de las personas; tanto de la víctima como del victimario (Nussbaum, 2006). En este punto, la noción de habitus también nos resulta pertinente al momento de dar cuenta de la relación existente entre emoción y sociedad. Propuesto por Pierre Bourdieu(20 11, 2000), a través del término habitus se constatará la existencia de unas estructuras sociales objetivas que, inscritas en las estructuras subjetivas, actuarán como principios de generación de prácticas y representaciones de los agentes. Ahora bien, al igual que Bourdieu constata que el habitus -entendido como el conjunto de disposiciones internalizadas que llevan a los individuos a la acción- estámediado por instituciones sociales específicas, como la escuela por ejemplo, por nuestra parte vamos a sostener que las emociones no pueden ser comprendidas al margen de las estructuras sociales con las cuales los individuos se relacionan.Las emociones forman parte precisamente de las disposiciones internas de lossujetos y, por lo tanto, se encuentran mediadas por las estructuras sociales. De este modo, entonces, en diálogo con todas estas distintas propuestas investigativas, en nuestro estudionos concentraremos en la descripción de aquellos procedimientos mediante los cuales el fenómeno emotivo de la felicidad ha conformado en objeto de atención por parte de las actuales prácticas gubernamentales. En este punto se hace pertinente señalar que en un principio, tal como había sidoconcebido en nuestro proyecto de tesis doctoral, sería en relación al miedo que nos habíamos propuesto la descripción de lo que vamos a entender como nuestras vigentes «políticas de las emociones». En estos términos, entendido como aquella reacción emocional suscitada frente a lo que se percibe como una situación u objeto portador de peligro, sea éste real o imaginario, y respecto del cual se elaboran diversos mecanismos deseguridad, era precisamente en relación al miedo que pretendíamos la caracterización de aquellas técnicas de gobierno interesadas en conocer e intervenir en los estados emotivos delas personas. No obstante lo anterior, dada la serie de antecedentes que fueron surgiendo, todos los cuales nos referían de manera clara y distintiva al lugar ocupado por el fenómeno de lafelicidad como un notorio objeto de preocupación gubernamental, producto de estas circunstancias, en el transcurso de nuestra investigación el foco de interés se ha desplazado precisamente hacia esta última manifestación emotiva. Es así como, dejando por el momento pendiente el abordaje de la relación entre gobierno y miedo, será en función de la gestión gubernamental de la felicidad que nos concentraremos en el presente estudio.Remitiéndonos a una manifestación emocional diametralmente opuesta al miedo, en las páginas siguientes buscaremos demostrar cómo la búsqueda de la felicidad se ha instalado al centro de las contemporáneas prácticas de gobierno. Considerada una de las escasas emociones que comporta un carácter positivo, la felicidad se conformará en un reconocible objeto de gestión gubernamental. Felicidad y Gobierno: esta será la relación que problematizaremos en el presente estudio. Dentro de este orden de cosas, en el primer capítulo podremos advertir cómo los procesos neuronales ligados al fenómeno emotivo de la felicidad se han situado como unprivilegiado objeto de gestión gubernamental. De este modo, a través de la elaboración de una serie de registros estadísticos se dispondrá de información que permita conocer el "estado de ánimo de la población". Todo lo cual tendrá por finalidad "direccionar más adecuadamente las políticas públicas". Es así como serán varios los jefes de Estado que se han pronunciado a favor de la elaboración y aplicación de Índices de Felicidad, Índices de Prosperidad, Encuestas de Satisfacción, o cualquiera sea la denominación utilizada para intentar medir aquella manifestación subjetiva que connota un carácter positivo.La medición de la felicidad surge como un tema claramente en boga a nivelinternacional: la preocupación por la felicidad de las personas se ha transformado en una cuestión de Estado. De este modo, buscando hacer perfectibles los instrumentos de medición existentes hasta ahora, en las páginas siguientes nos detendremos en una serie deencuestas que, incorporando diferentes variables, pondrán a disposición de gobiernos de todo el mundo información acerca de los niveles de satisfacción y bienestar de los ciudadanos. Datos que, siendo un hecho reconocido por diversas fuentes de gobierno, resultan imprescindibles en el diseño y planeamiento de la práctica estatal actual. En este sentido, en concordancia con distintas experiencias que se han suscitado en varios países, y en sintonía con las recomendaciones de la Organización de Naciones Unidas, el gobierno chileno -el caso que nos ocupa- ha decidido incorporar mediciones defelicidad en la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) 2011. La Encuesta CASEN es actualmente el principal instrumento de medición socioeconómica para el diseño y evaluación de la política social existente en el país. De este modo, tal como ha sido planteado desde las propias esferas de gobierno, esta decisión constituirá un paso trascendental para orientar las políticas públicas en las más diversas áreas del quehacernacional. En lo que a nuestros objetivos de investigación respecta, la revisión de las distintas encuestas de felicidad nos permitirá verificar una de las modalidades que mejor describenel funcionamiento de la práctica gubernamental contemporánea. Modalidad de gobierno que, en función de direccionar adecuadamente las políticas públicas, dirigirá su atención hacia los estados emotivos de las personas. Dejando para más adelante el análisis de aquellas prácticas de gobierno que - puntualmente en su versión neoliberal- de maneraconcreta buscarán gestionar los estados emotivos relacionados con la sensación debienestar, satisfacción o felicidad de la población.
dc.descriptionPFCHA-Becas
dc.descriptionDoctor en Estudios Americanos
dc.description283p.
dc.descriptionPFCHA-Becas
dc.descriptionTERMINADA
dc.formatapplication/pdf
dc.languagespa
dc.relationinstname: Conicyt
dc.relationreponame: Repositorio Digital RI2.0
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dc.relationreponame: Repositorio Digital RI2.0
dc.relationhandle/10533/108040
dc.relationinfo:eu-repo/grantAgreement/PFCHA-Becas/RI20
dc.relationinfo:eu-repo/semantics/dataset/hdl.handle.net/10533/93488
dc.rightsAtribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Chile
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.titleLas políticas de la felicidad. Acerca de la gestión gubernamental de las emociónes en el Chile neoliberal. Una aproximación en perspectica latinoamericana
dc.typeTesis Doctorado
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesis
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/publishedVersion
dc.typeTesis
dc.coverageSantiago


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