En este problema se enfatizan tres aspectos: 1).- Se reconoce sin ningún lugar a duda que los derechos de las mujeres, los niños y adolescentes son universales; 2).- Que la violencia, en todas sus formas es una violación a los derechos humanos y 2 3).- Que los Estados, las agencias de cooperación y las organizaciones de la sociedad civil deben preocuparse e intensificar sus esfuerzos por erradicar este gran problema social. A nuestro juicio, tanto el pudor individual como la libertad sexual y el orden de las familias son elementos importantes que no hay que destacar en forma alguna cuando se estudia el bien jurídico tutelado por el delito de violación. Si bien tenemos que reconocer preeminencia al primero de ellos, ateniéndonos a la letra del Código Penal, no podemos desconocer la importancia de los restantes. Para establecer claramente el objeto que tutela la Ley, debemos preguntarnos en todos los casos cuales son los derechos inherentes al ser humano que resultan afectados por el acto criminoso. Así, no podemos de ninguna forma encasillar a las figuras establecidas en la ley en determinados e inviolables compartimientos de los que no podríamos escapar sin causar el escándalo jurídico. No quiera entenderse esto como un ataque al sistema de los tipos legales, garantía eficacísima para la seguridad jurídica y extraordinaria conquista en la evolución del derecho.