Objeto de conferencia
<i>Crataegus monogyna</i> o la esencia del espino: Figuraciones del amor en Proust
Registro en:
isbn:978-950-34-1709-6
Autor
Bolla, Luisina
Bolla, Bruno
Institución
Resumen
Siguiendo la propuesta de investigación del Grupo de Estudios Marcel Proust, en este trabajo intentamos examinar una de las figuras botánicas de la <i>Recherche</i>: el arbusto de espinos rosa (<i>crataegus monogyna</i>). Para ello, proponemos primero el abordaje de un episodio del tomo I, donde tras una extensa descripción de plantas y flores, surge el arbusto de espino dominando el paisaje del jardín de Swann, en Combray. Estamos del lado de Méséglise; es el momento en que el héroe conoce a Gilberte y, al mismo tiempo, constituye la primera aparición de Charlus. Entre ambas figuras se interpone la sombra del arbusto de espinos, cuya estela se mantendrá a lo largo de la novela, hasta el tomo VII.
La hipótesis que guía nuestro trabajo es que el arbusto de espino rosa funciona como un símbolo que permite comprender los vínculos entre amor y sufrimiento, más precisamente, entre amor y dolor corporal, a lo largo de la <i>Recherche</i>. Veremos que el episodio del tomo I en el jardín de Swann prefigura aspectos centrales de las relaciones amorosas, que se desplegarán sobre todo en <i>El tiempo recobrado</i> (1946). La reaparición del espino opera allí como imagen que condensa “sentidos primitivos”, que intersecta temporalidades y con ellas, recuerdos. Podríamos incluso considerar el espino como un signo, al modo en que Deleuze pensó la obra de Proust, la cual no estaría basada en la exposición de la memoria sino en el aprendizaje de los signos: “aprender es ante todo considerar una materia, un objeto, un ser como si emitiera signos por descifrar, por interpretar” (Deleuze, 1971, p. 4). Si asumimos que la <i>Recherche</i> está escrita bajo el signo de la sospecha (Melamed, 2003), el espino será para nosotrxs un contra-indicio que exige ser descifrado. Sin pretender con ello llegar a ninguna verdad última, como veremos, las pistas del arbusto conducirán una vez más hacia la nada. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación