Articulo
Tectónica cuaternaria de la Región Andina del Nuevo Cuyo (28°-38° LS)
Registro en:
issn:0328-2325
Autor
Cortés, José M.
Vinciguerra, Patricia
Yamin, Marcela Gladys
Pasini, María M.
Institución
Resumen
Hasta la primera mitad del siglo XX, el conocimiento de la tectónica cuaternaria de la región andina de Cuyo avanzó principalmente a la luz del impacto producido por los grandes terremotos destructivos, destacándose las investigaciones de Bodenbender (1894), Loos (1926, 1928), Lukenheimer (1930), Groeber (1944) y Castellanos (1944), y por el impulso individual de investigadores como Fossa Mancini (1936, 1937, 1939), Polanski (1963) y Harrington (1944), entre otros. Los estudios referidos a la construcción de grandes presas hidroeléctricas han aportado también a ese conocimiento (Groeber y Tapia, 1926; Antelo Pérez, 1979, Castaño, 1979). La investigación de la deformación cuaternaria y de la sismicidad y peligro sísmico del territorio nacional es sostenida actualmente por distintos institutos estatales y por grupos de investigación de universidades nacionales. De gran utilidad para esos estudios es la disponibilidad de catálogos y mapas de compilación a distintas escalas de estructuras activas, como los realizados hasta el presente por Amos et al. (1981), Bastías et al. (1995), Costa (1996) y Vinciguerra y Yamín (1998a y b).
En este trabajo se brinda un panorama ordenado de las principales estructuras impresas en rocas y sedimentos asignados al Cuaternario de la región andina del Nuevo Cuyo (Figura 29), haciéndose una breve referencia cuando es posible, al marco tectónico del Neógeno y de inicios del Cuaternario (fase Diaguita) en el que dichas estructuras se inscriben. Del amplio y dispar cúmulo de datos básicos disponible sólo se da cuenta de la información más objetiva y libre de interpretaciones; en tal sentido se ha evitado hacer referencias acerca de la geometría y cinemática de las estructuras cuando éstas no se consideran seguras. Con el objeto de brindar información proveniente de investigaciones en curso se ha acentuado la descripción de la región mendocina.
La estructura cuaternaria de la región se describe en tres segmentos longitudinales (Figura 29): un tramo norte entre los 28° y 32° de latitud (provincias de San Juan y La Rioja), un tramo central entre los 32° y 33° (norte de Mendoza) y un segmento sur entre los 33° y 38° (centro y sur de Mendoza).
Dicha subdivisión da cuenta de variaciones mayores en el estilo estructural y en los rasgos morfotectónicos del orógeno, controlados en parte por la geometría, dinámica y edad de las placas intervinientes y por la presencia de rasgos paleotectónicos. A la latitud de los 32° aproximadamente, la estructura cenozoica de la Precordillera cambia de un cinturón plegado y corrido al norte (Baldis y Chebli, 1969) a un sistema caracterizado por corrimientos e inversión tectónica positiva de la cuenca triásica Cuyana (Kozlowski et al., 1993), mientras que a los 33° de latitud desaparece hacia el sur la Precordillera en coincidencia con el aumento de la inclinación de la zona de Wadatti-Benioff (Smalley e Isacks, 1990). Universidad de Buenos Aires Facultad de Ciencias Naturales y Museo