Documento de conferencia
Actividad industrial maderera en tres ciudades vecinas del norte argentino. Vulnerabilidades sociales y ambientales
Fecha
2009-04-03Registro en:
Cuadra, Dante Edin, 2009. Actividad industrial maderera en tres ciudades vecinas del norte argentino. Vulnerabilidades sociales y ambientales. En: 12° Encuentro de Geógrafos de América Latina. Montevideo: Universidad de la República, p. 1-19.
Autor
Cuadra, Dante Edin
Institución
Resumen
a) Objetivos:
-Conocer la localización, tipos, tamaños y escalas de producción de los establecimientos foresto-
industriales de tres localidades de la provincia del Chaco, en Argentina.
-Relevar las fortalezas y debilidades de esta actividad.
-Identificar los aspectos vulnerables que esta actividad expone desde las perspectivas ambiental y social.
-Realizar propuestas conducentes a mitigar o erradicar riesgos, peligros y amenazas que se ciernen sobre
el ambiente y las poblaciones involucradas.
b) Métodos y técnicas:
-Relevamiento de la información en organismos públicos y privados.
-Búsqueda de artículos periodísticos vinculados al tema de estudio.
-Entrevistas a informantes calificados: productores, operarios, técnicos, transportistas, miembros de
asociaciones forestales, industriales, gremiales, médicos, funcionarios de organismos públicos y
ciudadanos comunes.
-Sistematización de la información.
-Trabajo de campo: obtención y constatación de datos in situ.
-Elaboración de matrices, gráficos y cartografía.
-Redacción del análisis sobre la base de datos cuantitativos y cualitativos.
-Organización de la síntesis final y exposición de las recomendaciones.
c) Principales aportes geográficos:
El trabajo pretende conformar un cuerpo de conocimientos resultante del análisis e integración de los
datos e informaciones recabados, dado que éstos se hallaban muy difusos y dispersos en el ideario y en el
discurso de los actores involucrados, y aparecen muy fragmentados en artículos periodísticos o informes
de organismos técnicos oficiales o privados, los cuales no explican en forma completa o acabada la
problemática ambiental y social –y ni siquiera económica- acerca de la instalación de industrias
madereras en el área de estudio.
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Más allá de las caracterizaciones de la actividad propiamente dicha, se hace énfasis en la vulnerabilidad a
la que están expuestos los componentes del sistema total: el bosque o recurso forestal, la sostenibilidad de
los propios emprendimientos fabriles, los trabajadores en sus distintos niveles, las actividades conexas, el
conjunto de ciudadanos que constituyen estas comunidades, su calidad de vida y el propio ambiente en el
que se desenvuelven.
Las localidades de Machagai, Presidencia de la Plaza y Quitilipi constituyen centros urbanos de tamaños
aún moderados (entre 20.000 y 40.000 habitantes) localizados a la vera de la ruta nacional No 16 en el
centro de la norteña provincia del Chaco en Argentina. Si bien sus orígenes han sido agropecuarios, entre
las décadas del ́80 y ́90 se ha potenciado fuertemente la industria maderera, a tal punto que en la
actualidad albergan a unos 430 aserraderos, el 60% de ellos emplazados en la ciudad de Machagai, el
30% en Quitilipi y el 10% en Presidencia de la Plaza. Esta industria de la madera se caracteriza por ser
generadora de muchos puestos de trabajo formal e informal, y por no exigir una gran calificación en la
mano de obra demandante, de modo que entre las tres localidades se estima que los aserraderos-
carpinterías ocupan un número de operarios no menor a 3.500, a lo que debe sumarse los trabajadores
independientes que realizan tareas de cepillado, lijado, pulido, ensamblado y laqueado en sus casas o
talleres como un servicio a los aserraderos, los artesanos en madera y los fabricantes de carbón que
aprovechan la materia de descarte, los ladrilleros que utilizan las virutas y el aserrín, actividades que no
disponen de padrones y que estimativamente aglutinarían a unas 700 familias. Pero además, debe
agregarse una serie de actividades conexas que obtienen beneficios directos de estos establecimientos
fabriles, como son los talleres mecánicos y de afilado, las ferreterías, los productores agropecuarios que
venden las maderas de sus montes, y las casas de comercios y servicios en general, que interceptan parte
de los flujos del circulante que generan estas actividades.
Entre las fortalezas que se han podido observar en la actividad, pueden enumerarse la mencionada oferta
de empleo y el aliento de actividades ligadas directa o indirectamente a estos emprendimientos, la
transmisión generacional de los saberes, la obtención de productos conocidos en el mercado nacional, la
presencia en Machagai de un Centro de Desarrollo Tecnológico de la Madera con asistencia técnica y
financiera de la agencia alemana de cooperación GTZ, la gran demanda de productos de algarrobo (la
madera más utilizada en el área, de gran nobleza y resistencia, factible de trabajarse sin secado, y de
atractivo veteado) y un incipiente interés gubernamental de apoyar la actividad.
Entre las debilidades encontradas, directamente vinculadas a vulnerabilidades sociales y ambientales, se
encuentran: la escasa o nula forestación y reforestación de las especies explotadas, la intensa tasa de
extracción que no permite la regeneración natural de las especies demandadas, el aumento de los costos
de la materia prima y del transporte (en función de la menor disponibilidad de madera, su inaccesibilidad
creciente y el aumento de las distancias entre áreas de producción y de industrialización), sanidad
maderable media a baja, el bajo rendimiento de muchas especies (proporción elevada de desperdicios),
baja calificación de la mano de obra, sistema de comercialización bastante precario con poco valor
agregado, trabajo no registrado, accidentes laborales, trabajo de menores, baja tecnología y escasa
inversión en maquinarias de punta, competencia desleal, contaminación ambiental, falta de seguridad
laboral (alta tasa de accidentología), ambientes de trabajo no adecuados y, por tanto, riesgosos para la
salud, tradicional apatía por parte del Estado en cuanto a otorgamiento de créditos e incorporación de
tecnología, falta de asociatividad, excesivos tiempos muertos, diseños muy tradicionales, fabricación de
muebles muy pesados, sensación de incertidumbre ante la disminución y encarecimiento de la materia
prima, falta de políticas de impulso y desarrollo y, además, las controversias suscitadas por conflictos de
intereses entre los sectores involucrados.