Documento de conferencia
1970-2016 : edificación no sustentable en Argentina
Fecha
2016Registro en:
Jacobo, Guillermo José y Alías, Herminia María, 2016. 1970-2016 : edificación no sustentable en Argentina. En: XX Congreso Arquisur 2016. Concepción: Universidad del Bío-Bío. Facultad Arquitectura, Construcción y Diseño, p. 515-529.
978-956-9275-53-1
Autor
Jacobo, Guillermo José
Alías, Herminia María
Institución
Resumen
En la República Argentina existe, desde principios del siglo XX, una situación social
crónica: el “déficit habitacional”, que fue abordada institucionalmente por el Estado
por medio de diferentes operatorias oficiales así como por emprendimientos privados,
con resultados que ameritan ser analizados desde diferentes ópticas. Sin embargo, dicha
situación deficitaria continúa en el siglo XXI, con el agravante de que el crecimiento
natural de la población ha suscitado una demanda creciente de recursos para materializar
el hábitat construido. Entre los recursos consumidos se encuentran los naturales (suelos,
agua, madera, etc.), los industriales (cemento, cal, acero, etc.) y la ENERGÍA, siendo
esta última el eje central de la materialidad, existencia, mantenimiento y factor de vida
de los edificios. Actualmente casi el 40% de la población argentina habita en alguna
tipología de solución habitacional “social”. En 1970 se inició una etapa, dentro del
campo habitacional social argentino, que continúa a la fecha, con la creación del “Fondo
Nacional de la Vivienda” (FONAVI), con el objetivo de financiar la ejecución de
viviendas sociales, por medio de los “Institutos de Viviendas Provinciales”. El FONAVI
en la actualidad ha devenido en un “conjunto de normas técnicas”, que materializan lo
que se denomina la “tecnología de la construcción tipo FONAVI”, la cual ha alcanzado
todos los niveles de aplicaciones, e inclusive ha sido incorporada al ámbito inmobiliario
privado, como factor de rentabilidad. La tradición constructiva de tipo artesanal, asociada
e identificada al “arte del buen construir”, de la tecnología del mampuesto macizo
fijado en húmedo, con aceptable capacidad resistente en sentido amplio (estructural,
acústica, térmica, durabilidad, etc.) ha sido sustituida paulatinamente por la tecnología
FONAVI, cuyas características son inversas a las antes citadas. Desde el inicio del siglo
XXI, Argentina tuvo un crecimiento exponencial de la demanda de energía eléctrica
de uso final, que se corresponde al consumo de un 40% más por parte del parque edilicio
existente. Esta situación, que en los últimos años fue considerada un “derroche” debido
a los subsidios a las tarifas eléctricas, tuvo la consecuencia de que la oferta de generación
y distribución de energía eléctrica ya ha dejado de cubrir la demanda, en particular en los
períodos climáticos críticos, resultando una situación de no habitabilidad de la edificación
sin energía eléctrica. Estudios realizados, al relacionar los aspectos comentados, avalan
la hipótesis según la cual la tecnología de la construcción materializadora del hábitat
humano tiene una preponderante responsabilidad en la situación comentada, al no
cumplir uno de sus objetivos básicos: “piel perimetral protectora, con las características
tales que se minimice la necesidad de la energía eléctrica para garantizar el bienestar
del usuario”. En este siglo, la escasez crónica de recursos naturales, el crecimiento de la
población mundial y el uso masivo de la energía son una realidad, que ha devenido en la
no sustentabilidad de la edificación arquitectónica. Argentina no es una excepción. Por
otra parte, el déficit habitacional persiste.