Artículo de revista
Post-truth and the crisis of the political.
Fecha
2019-07-01Registro en:
10.14718/SoftPower.2019.6.2.6
2539-2239
2389-8232
Autor
Newman, Saul
Institución
Resumen
I understand post-truth as a new paradigm in politics - one that goes beyond mere political lying and spin and points to the decline of the symbolic authority of truth itself. In so far as, as Arendt claimed, politics depends on a shared acknowledgement of certain factual truths, post-truth thus represents a crisis of political life. The post-truth condition is a post-political condition. To grasp this thoroughly, we need to understand the paradoxical relationship between truth and politics, locating a problematic that goes back to the very origins of the demos in ancient Greece: the original conflict between the singular truth of the philosopher and the affairs and concerns of the polis. Here I will draw on two different approaches to this problem: Hannah Arendt’s discussion of the conflicting, and yet inextricable, relationship between the stability of truth and the contingency and plurality of political life; and Michel Foucault’s exploration of parrësia or ‘frank speech’ – a form of truth-speaking which, while often in conflict with the polis, is also necessary for any notion of ethical conduct in political life. Both approaches suggest that politics bears some essential relation to truth, even if truth often finds itself impotent in the face of mere opinion. Yet, while there is some question about the efficacy today of asserting facts against lies or ‘speaking truth to power’, I argue that there is something valuable in Foucault’s idea of truth speaking as a form of ethical (and also political) subjectivation. Entiendo la posverdad como un nuevo paradigma en política, uno que va más allá de la mera mentira política y señala el declive de la autoridad simbólica de la verdad misma. En la medida en que, como afirmó Arendt, la política depende de un reconocimiento compartido de ciertas verdades fácticas, la posverdad representa una crisis de la vida política. La condición de la posverdad es una condición pospolítica. Para comprender esto a fondo, necesitamos comprender la relación paradójica entre verdad y política, afrontando una problemática que se remonta a los orígenes de las demos en la antigua Grecia: el conflicto original entre la verdad singular del filósofo y los asuntos e intereses de la polis. Aquí me basaré en dos enfoques diferentes para este problema: la discusión de Hannah Arendt sobre la relación conflictiva, pero inextricable, entre la estabilidad de la verdad y la contingencia y pluralidad de la vida política; y la exploración de Michel Foucault de la parrësia o ‘discurso franco’, una forma de decir la verdad que, aunque a menudo está en conflicto con la polis, también es necesaria para cualquier noción de conducta ética en la vida política. Ambos enfoques sugieren que la política tiene alguna relación esencial con la verdad, incluso si la verdad a menudo se encuentra impotente frente a la mera opinión. Sin embargo, aunque haya algunas dudas sobre la eficacia actual de afirmar los hechos contra las mentiras o ‘decir la verdad ante el poder’, sostengo que hay algo valioso en la idea de Foucault de decir la verdad como una forma de subjetivación ética (y también política).