Artículo de revista
Inteligencia artificial y derechos humanos : ¿son convergentes o paralelos entre sí?
Fecha
2018-07-01Registro en:
10.14718/NovumJus.2018.12.2.2
2500-8692
1692-6013
Autor
Chakraborty, Swatilekha
Institución
Resumen
La Inteligencia Artificial (IA) ha sido central en el diálogo sobre un marco legal que aborde la creación de un equilibrio entre la IA y los derechos humanos por parte de los gobiernos del mundo. En 1997, Gary Kasparov, Gran Maestro y campeón mundial de ajedrez, fue derrotado por Deep Blue, una computadora rectangular negra desarrollada por IBM Inc. Una nueva era ha comenzado ante los ojos del mundo cuando una máquina derrotó a una de las personas más brillantes e inteligentes del planeta en uno de los juegos más intelectualmente desafiantes, jamás creados por el hombre. Después de una amplia discusión de los pros y contras de la inteligencia artificial con respecto a los derechos humanos, la creación y uso cada vez mayor de la AI ha generado momentum para la necesaria regulación de la industria de la inteligencia artificial. Una cobertura más amplia y una equidad sustancial mediante la provisión de recursos legales contra diferentes tipos de violaciones de derechos humanos en el sector servicios y la industria laboral han demostrado ser una necesidad importante. El uso de la IA tiene sus proponentes y oponentes; sin embargo, algunas formas de IA son importantes y deseables para una evolución humana tecnológicamente moderna. No obstante, la inquietante pregunta que surge hoy es si, al transferir la experiencia del pasado al futuro, el desempleo masivo, la pobreza masiva y las distorsiones sociales seguirán siendo un posible escenario para el nuevo mundo, un mundo donde los robots, los sistemas inteligentes y los algoritmos desempeñarán un papel cada vez más central. Este artículo aborda un análisis crítico de los efectos de la IA sobre los derechos humanos, examinando estructuras económicas, relaciones y perfiles de trabajo y modelos ya establecidos de horarios de trabajo y remuneración, que sufrirán cambios importantes debido al mayor uso de la IA. Al desmitificar precedentes recientes en el ámbito internacional, los autores intentan arrojar luz sobre el impacto fundamental de los nuevos desarrollos técnicos sobre el mercado laboral global en los próximos años, no solo en trabajos industriales, sino en tareas humanas en el sector servicios que son consideradas "intocables". Por lo tanto, considerando las dos caras de la moneda, el artículo discute de manera concisa la polaridad entre la ausencia de un reconocimiento legal de la IA y su impacto. Artificial Intelligence (AI) has been central to the dialogue engaged in a statutory framework addressing the creation of a balance between AI and human rights by governments across the globe. In 1997, Gary Kasparov, chess Grand Master and world champion, was beaten by Deep Blue, a black rectangular computer developed by IBM Inc. A new era has begun in front of the whole world when a machine defeated one of the brightest and most intelligent people on the planet, in one of the most intellectually challenging games ever created by men. After discussing a plethora of pros and cons of AI regarding human rights, the creation and increasing usage of AI has gained momentum for a necessary regulation of the AI industry. A wider coverage and substantial equity through providing legal recourse to different types of violations of human rights in the service and labor industry has proved to be the need of the hour. AI usage has its proponents and opponents; however, some forms of AI are both important and desirable for a technologically modern human evolution. Nonetheless, the disturbing question that arises today is whether, when transferring the experience of the past to the future, mass unemployment, mass poverty, and social distortions are still a possible scenario for the new world, a world where robots, intelligent systems, and algorithms play an increasingly central role. This paper engages in a critical analysis of the effects of AI on human rights through the lenses of economic structures, working relationships, job profiles, and well-established working time and remuneration models, which will undergo major changes due to increased AI usage. By demystifying recent precedents in the international arena, the paper seeks to throw light on the fundamental impact of new technical developments on the global labor market in the next few years, not just on industrial jobs, but on the core of human tasks in the service sector that are considered "untouchable." Consequently, looking at the two sides of the coin, it concisely discusses the polarity of the absence of any statutory recognition of AI and its impact.