dc.description.abstract | Las huertas son sistemas socio-ecológicos espacialmente delimitados en los que ocurren procesos continuos de diversificación y producción agrícola asociados al cuidado y gestión de semillas, plantas herbáceas, arbustos, árboles e incluso animales. Las huertas pueden actuar como verdaderos refugios bioculturales ya que, por una parte, ellas pueden albergar variedades de plantas tradicionales en riesgo de desaparecer, y por otra, pueden ser espacios únicos para resguardar y darle continuidad a conocimientos, lenguajes y prácticas tradicionales y ecológicas transmitidas activamente de generación en generación en el diario quehacer. En este contexto, las huertas han sido empleadas en distintos países como un recurso pedagógico intencionado para el aprendizaje de conocimientos medio ambientales, de hábitos alimenticios, medicinales, lingüísticos y culturales. Así, son espacios propicios para implementar estrategias bioculturales vinculadas a los conocimientos mapuche. En este trabajo, presentamos el proyecto “Huerteando cultivo mi cultura”, desarrollado durante el año 2019 (marzo a diciembre) que tuvo como objetivo potenciar en tres jardines alternativos interculturales de la zona rural de Padre Las Casas (Región de La Araucanía), el uso de las huertas como un espacio de interacción con el entorno natural y social, y conjuntamente de revitalización lingüística y cultural de conocimientos del pueblo mapuche. La planificación y ejecución de las actividades ha involucrado el trabajo activo de los Equipos Educativos y Educadoras de Lengua y Cultura Indígena para co-diseñar y ejecutar propuestas pedagógicas, donde los niños y niñas aprendan lengua, cultura y ciencias a través de actividades significativas. El proyecto se estructura en 13 actividades formativas experienciales, diseñadas y ordenadas en base al ciclo anual de la huerta y al manejo de los sistemas agroforestales mapuche. Se trabajaron temáticas relacionadas a la fertilización de la tierra, limpieza de la huerta, siembra y transplante, tipos de riego, manejos culturales (desmalezar, control de plagas, etc), cosecha y alimentación, entre otros. A modo preliminar, tanto los niños y niñas, como los adultos implicados en el desarrollo de las experiencias, se han involucrado activamente en procesos de exploración e indagación a través de la búsqueda de efectos, explicaciones y evidencias vinculadas con el conocimiento local para el cultivo de hortalizas, plantas medicinales y aromáticas. Por otro lado, lo experiencial, ha facilitado que los niños y las niñas valoricen el conocimiento y las formas de vida de sus familias, junto con que, mediante la facilitación de instancias de diálogo con actores de la comunidad, re-reconozcan practicas ancestrales y re-signifiquen acciones asociadas a prácticas agroecológicas. | |