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Más en las obras que en las palabras: historia de los centros sociales de la Compañía de Jesús en el Perú
Autor
Espinoza Portocarrero, Juan Miguel
Iberico Ruiz, Rolando
Institución
Resumen
El libro se circunscribe a los centros sociales articulados a través de la red SEPSI porque son los que tienen más larga data del apostolado social en el Perú. Sin embargo, con el transcurrir de los arios, han emergido nuevas problemáticas y escenarios que el Sector de Justicia Social y Ecología también ha atendido. Por ello, integra, además de la red SEPSI, la red SJS (Servicio Jesuita para la Solidaridad); el SJM (Servido Jesuita a Migrantes); y la atención a los pueblos originarios awajún y wampis en Condorcanqui (Amazonas), y quechuas en Pampa Cangallo (Ayacucho) y Quispicanchi (Cusco). La red SJS está dedicada al servicio de las poblaciones vulnerables, como niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de pobreza y exclusión, así como al servicio de otras personas en estado de desprotección y marginación. Desde esta red, se acompañan y promueven los derechos de dichos grupos sociales. Asimismo, se desarrollan sus capacidades para que puedan contar con oportunidades que les permitan llevar una vida digna y buena. El SJS está presente en varias regiones del país mediante las obras que lo integran: Centro Cristo Rey (Tacna), Centro Loyola de Ayacucho, Kusi Ayllu (Ayacucho), PEBAL (Lima), CANAT (Piura), y Wayra y los programas sociales de las parroquias llevadas por los jesuitas en Quispicanchi (Cusco). Por su parte, el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) acompaña, protege y asiste a migrantes, refugiados y solicitantes de asilo en sus oficinas de 'nimbes, Piura, Lima, Arequipa y Tacna. En cada una de estas regiones, se han desarrollado, además de obras sociales, obras educativas, espirituales y algunas enfocadas en la población joven. De este modo, la Compañía de Jesús ejecuta su misión a través de los sectores social, de educación, de colaboración y de jóvenes a nivel nacional, los cuales confluyen de manera específica en las Plataformas Apostólicas Regionales (PAR). Gracias a estas, se articulan dichos ejes transversales en un determinado territorio para responder de mejor manera a los desafíos locales.