info:ar-repo/semantics/informe técnico
San Fernando del Valle de Catamarca
Fecha
2014Registro en:
FERNÁNDEZ, D. S. y M. A. LUTZ, 2014. Carta de peligrosidad 2966-II San Fernando del Valle de Catamarca. Provincias de Catamarca, Santiago del Estero y Tucumán. Instituto de Geología y Recursos Minerales, Servicio Geológico Minero Argentino. Boletín 434, 80pp., Buenos Aires.
0328-2333
Autor
Fernández, Diego Sebastián
Lutz, María Ana
Lapido, Omar R.
Institución
Resumen
La carta de peligrosidad geológica 2966-II «San Fernando del Valle de Catamarca», fue realizada de
acuerdo a las normativas fijadas por el Programa Nacional de Cartas Geológicas y Temáticas para la
República Argentina del Servicio Geológico Minero Argentino, el cual tiene por objeto el relevamiento del
territorio nacional a escala 1:250.000. Este tipo de cartografía resulta de la combinación de una serie de 5
mapas temáticos conteniendo información sobre unidades geomorfológicas, pendientes, suelos y litologías
dominantes, información climática regional y vegetación. A esta información se le suma la correspondiente
a procesos geológicos activos e históricos que hayan provocado daños en obras de infraestructura o
causado pérdidas humanas. La cartografía de peligrosidad geológica tiene como objetivo realizar una
división del espacio físico para un sector determinado, con el fin de identificar los procesos naturales que
puedan constituir potenciales peligros para la ocupación humana y sus actividades y realizar una zonificación
de la peligrosidad en función del accionar de los diferentes procesos identificados.
La carta de peligrosidad «San Fernando del Valle de Catamarca» se encuentra comprendida entre los
paralelos 28° y 29° de latitud sur y los meridianos de 64° 30' y 66° de longitud oeste. Abarca la región
sudeste de la provincia de Catamarca, centro-oeste de la provincia de Santiago del Estero y una pequeña
porción del sur de la provincia de Tucumán.
El relieve de la zona de estudio se caracteriza por la presencia de cordones montañosos de rumbo NOSE,
como las sierras de Ambato, del Colorado, Graciana y Guayamba, y de rumbo prácticamente N-S
como las sierras de Ancasti y Guasayán. La mayor parte de estas sierras pertenecen a la unidad
morfoestructural de Sierras Pampeanas Noroccidentales (Caminos, 1979), con la excepción de la Sierra
de Guasayán que pertenece a las Sierras Pampeanas del sur de Santiago del Estero (Michaut, 1979). La
región presenta un clima general semiárido con marcadas variaciones entre las zonas serranas, principalmente
las sierras de Ancasti y Ambato, y los valles localizados entre las mismas. En una primera aproximación se
diferencia un sector oriental cálido y seco que caracteriza a la planicie eólica, localizada en el límite de las
provincias de Catamarca y Santiago del Estero. En el sector centro-occidental las condiciones son variables
dependiendo de la topografía del área. Se observan las máximas precipitaciones en la Sierra de Ancasti
(1000 mm anuales en la parte norte), mientras que en la zona de la sierra de Ambato disminuyen a 600 mm
anuales. En el sector del valle grande de Catamarca las precipitaciones oscilan entre 300 a 400 mm
anuales.
El mapa litológico fue realizado sobre la base de la Hoja Geológica 29966-II «San Fernando del Valle de
Catamarca» (Blasco et al., 1994). La unidad geológica de mayor antigüedad, componente principal de
los cordones motañosos, es un basamento cristalino formado por rocas metamórficas y graníticas de edad
precámbrica a paleozoica inferior. En el paleozoico superior se presentan dos tipos de rocas volcánicas:
las vulcanitas de composición dominante ácida y los basaltos. En cuanto a las rocas sedimentarias se
encuentran las areniscas rojas, limo arcilitas yesíferas, pequeños afloramientos de arcilitas y areniscas que
se depositaron en el Mioceno, en el Plioceno superior se depositaron conglomerados y areniscas. Los
depósitos del Holoceno están constituidos por diferentes niveles pedemontanos, depósitos aluviales de
fondo de valle, eólicos y salinos. Las distintas formaciones geológicas descriptas en la misma, fueron
agrupadas en 5 unidades principales que son: rocas metamórficas, rocas plutónicas, unidades volcánicas,
unidades sedimentarias y depósitos superficiales. Cada una de estas unidades presentan características
geomecánicas particulares.
Desde el punto de vista geomorfológico, las diferentes unidades fueron agrupadas en tres ambientes
geomorfológicos: Ambiente Serrano, Ambiente Pedemontano y Ambiente de Llanura. El ambiente serrano
predomina en el sector central y occidental de la Carta en donde predomina un relieve labrado sobre
rocas de basamento constituido por bloques elevados tectónicamente donde los procesos de erosión,
fundamentalmente fluvial, han configurado el actual paisaje. Hacia el pie de las sierras tiene lugar el ambiente
pedemontano cuyas características varía de acuerdo a la orientación del mismo, siendo los que se desarrollan
hacia el oriente menos inclinados y más extensos que los que se desarrollan hacia el oeste. Entre los
bloques elevados se desarrollan una serie de valles en donde cobra relevancia, tanto por su extensión
como por la actividad que en él tiene lugar, el Valle Central de Catamarca. Hacia el este de Carta se
desarrolla un ambiente de llanura de origen compuesto en donde actuaron procesos de agradación fluvial
y de depositación eólica.
Para la realización de la cartografía de suelos, estos fueron agrupadas en 5 órdenes principales siguiendo
los criterios del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Soil Survey Staff, 2010), clasificando
los mismos hasta el nivel de Subgrupo. De esta forma los suelos dominantes para el sector serrano son los
Inceptisoles y Entisoles, para los valles intermontanos los Entisoles, para el sector norte del Valle Central
se describieron Molisoles con régimen de humedad Ustico (suborden Ustoles) y elevada salinidad en
algunos sectores y hacia la parte sur, en la planicie aluvial del río del Valle, dominan lod Entisoles. Los
suelos desarrollados en el pedemonte oriental de la Sierra de Ancasti son Molisoles cuyo grado de desarrollo
se va haciendo menor hacia la provincia de Santiago del Estero, adquiriendo características intermedias
con los entisoles debido a condiciones de mayor aridez.
El mapa de procesos activos se llevó a cabo mediante fotointerpretación y análisis de imágenes satelitales,
pudiéndose mapear aquellas evidencias de procesos (depósitos, cicatrices de deslizamientos, etc.) cuya
magnitud permitiera ser representada a escala 1:250.000. A este mapeo se le agregaron las evidencias de
procesos que fueron identificados y posicionados durante el relevamiento de campo (220 puntos en total)
y la ubicación de aquellos sectores que sufrieron problemas en los últimos años por procesos naturales en
base a información de archivo (25 puntos en total). Además se representó la infraestructura urbana, vial y
energética con el objetivo de tener un panorama claro de las posibles interacciones entre los procesos
naturales y el uso del territorio.
En la Carta de Peligrosidad «San Fernando del Valle de Catamarca» el área de estudio fue dividida en
zonas de igual peligrosidad en base a la superposición de los mapas previamente descriptos. Estas zonas
fueron clasificadas en base a 4 tipos de peligrosidad a las cuales se le asignaron colores según el esquema
de semáforo (rojo para la más alta y verde para la más baja) y se le agregaron rastras indicando el o los
principales procesos geomorfológicos actuantes en cada una de las zonas.
Los procesos actuantes que han sido identificados para el área de estudio son: inundación fluvial, inundación
pluvial, procesos de erosión-sedimentación fluvial, anegamiento, procesos de remoción en masa, proceso
de erosión hídrica, salinización de suelos, eventos sísmicos, degradación de suelos y asentamientos de
suelos.