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Ayer y hoy: el puerto de Montevideo
Fecha
2019-02Autor
González Sansone, Camila
Marra González, Emilia
Institución
Resumen
Montevideo se fundó a través del proceso colonizador español que comenzó en 1724. Regalaron solares, faenas y campos a familias provenientes de las Islas Canarias para que pudieran instalarse y convertir a Montevideo en una ciudad. Montevideo tenía algo muy particular que otras ciudades importantes como Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, no tenía: un puerto natural de buen abrigo de Montevideo nació como ciudad puerto y fue su desarrollo lo que facilitó e hizo posible el crecimiento de la ciudad. Su punto geográfico era también muy estratégico, se encontraba en la desembocadura del Río de la Plata y permitía, además del acceso fluvial al Norte del continente mediante el Río Uruguay y Paraná, la conexión hacia el afuera y especialmente con España, su colonizador. El puerto era en ese entonces el motor de Montevideo. Grandes barcos comerciales llegaban para desembarcar y hacer trasbordo de mercadería. Naturalmente el puerto lo permitía por ser de aguas profundas. Esta fue, sin lugar a dudas, una ventaja que posibilitó el crecimiento comercial de Montevideo. Hacia principios del siglo XX el puerto seguía siendo de gran importancia tanto a nivel económico como social. Quienes vivían en esa época supieron disfrutar del puerto como un lugar de ocio entre ellas: pesca, caminatas en la escollera, visita a barcos, entre otras. El ciudadano tenía una relación directa con la bahía y con el puerto. A partir de 1940 luego de una racha de proyectos el puerto terminó de consolidarse como
puerto propiamente dicho. Desde ese entonces el habitante de Montevideo comenzó a perder esa relación directa que tenía con el puerto. El flujo de grandes embarcaciones aumentó, el puerto ganó territorio y se convirtió en algo puramente comercial. Así, la vista desde Montevideo hacia la bahía y el puerto también se vio afectada: los contenedores se adueñaron de la costa portuaria y el montevideano perdió la visión al agua y del cerro de Montevideo. El puerto, que fue de gran importancia para la consolidación de Montevideo, perdió valor a nivel cultural y social. El ciudadano perdió conexión con la bahía siendo esta un pilar para el desarrollo y crecimiento de Montevideo.