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Junk food consumption and physical activity during the covid-19 pandemic in Mexico
Consumo de comida chatarra y actividad física durante la pandemia de covid-19 en México
Autor
Rodríguez Marin, María Monserrat
Mercado , Gilberto
Resumen
To analyze the effect of the COVID-19 pandemic on the physical activity and consumption of junk food in the youth of Nayarit. The study was descriptive and observational and was conducted between February and August 2020. A total of 1004 young people (16 and 24 years) from the municipalities of Tepic (Tpc, 407), San Pedro Lagunilla (SnPdLg, 186), San Blas (SnBl, 211) and El Nayar (Nay, 200) participated voluntarily. Physical activity (PA) was measured using the IPAQ-C with a frequency scale (0,25,50,75,100%). The frequency of junk food (JF) consumption was assessed following Thompson's protocol. JF and BP were proposed to be reduced during four weeks. Anthropometric assessment was measured using standard methods. Youth preferred to sit and watch something on the television, computer or cell phone. The consumption of potato chips, cookies, soft drinks and beer increased in all municipalities. Youth in all four municipalities reduced consumption of pizza, canned soups, processed games and energy drinks over four weeks. The youth replaced JF for nuts, seasonal fruits and vegetables. Almost all participants preferred to exercise in their bedroom or in the hallway of their home for 30 minutes to 1 hour. Tpc had the highest incidence of obesity (61.73%), but when they changed their habits it dropped to 40.29%. The COVID-19 pandemic modified the diet and body weight in young people in Nayarit. Analizar el efecto de la pandemia de COVID-19 en la actividad física y el consumo de comida chatarra en los jóvenes de Nayarit. El estudio fue descriptivo y observacional realizado entre febrero y agosto de 2020. Participaron 1004 jóvenes (16 y 24 años) de los municipios de Tepic (Tpc, 407), San Pedro Lagunilla (SnPdLg, 186), San Blas (SnBl, 211) y El Nayar (Nay, 200) de manera voluntaria. La actividad física (PA) se midió mediante el IPAQ-C con una escala de frecuencia (0,25,50,75,100%). La frecuencia de consumo de comida chatarra (JF) se evaluó siguiendo el protocolo de Thompson. Se propuso reducir la JF y la PA durante cuatro semanas. La evaluación antropométrica se midió con métodos estándar. Los jóvenes prefieren sentarse a ver algo en la televisión, el ordenador o el móvil. El consumo de las patatas fritas, las galletas, los refrescos y la cerveza aumentaron en todos los municipios. Los jóvenes de los cuatro municipios redujeron el consumo de pizza, sopas enlatadas, juegos procesados y las bebidas energéticas durante cuatro semanas. Los jóvenes sustituyeron la JF por frutos secos, frutas de temporada y verduras. Casi todos los participantes prefirieron hacer ejercicio en su habitación o en el pasillo de su casa entre 30 minutos a 1 hora. Tpc tuvo la mayor incidencia de obesidad (61,73%), pero cuando cambiaron sus hábitos se redujo al 40,29%. La pandemia del COVID-19 modificó la dieta y el peso corporal en los jóvenes de Nayarit.