Thesis
La educación sexual integral en relación al rol docente
Fecha
2021-11Autor
Heinze, Carolina
Institución
Resumen
El presente trabajo monográfico “La Educación Sexual Integral en relación al rol docente” con
el cual finalizo mi carrera de grado, Licenciatura en Ciencias de la Educación, en la Universidad
Nacional de Luján, fue desarrollado entre agosto de 2020 y octubre de 2021 con el acompañamiento
de lxs profesorxs tutorxs Cristina Guerra y Matías Remolgao. Tiene como objetivo indagar acerca
de la implicancia docente en el abordaje de la Educación Sexual Integral (ESI), entendiendo que lxs
docentes son sujetxs atravesadxs históricamente por el constructo de “ser” docente, pero al mismo
tiempo, de “ser” mujer o de “ser” varón, a la vez que la ESI nos hace pensar en nuestro propio
desarrollo sociosexual, que generalmente está marcado por silencios, supuestos, fantasías y
experiencias.
Su abordaje de la temática nos expone a comenzar a hablar de temas que históricamente han
permanecido ocultos, por esa razón, considero que la ESI exige un doble esfuerzo: revisar nuestros
propios supuestos sobre los contenidos que vamos a trabajar, es decir, aprender sobre el tema con
conciencia y compromiso, pensándonos a nosotrxs mismxs, pero a la vez, aprender a implementar
una nueva forma de relación pedagógica, que demanda una revisión del lugar del docente en su
función de enseñar y en su relación con el saber.
Ciertamente las cuestiones acerca de la sexualidad estuvieron ausentes en la escuela por décadas,
al menos implícitamente. Actualmente, a pesar de haberse sancionado la Ley de ESI N° 26.150,
creado el Programa Nacional de Educación Sexual Integral (PNESI) y aprobado los Lineamientos
Curriculares Básicos, diversas investigaciones señalan que existe una gran disparidad en la
incorporación de prácticas y contenidos específicos referidos a la ESI con perspectiva de género y
Derechos Humanos, que transversalice las asignaturas y la vida institucional de las escuelas.
Entonces, me pregunto: ¿por qué aún resulta difícil que lxs docentxs aborden la ESI de manera
transversal en las escuelas?
Para desarrollar la temática abordada, el presente escrito contiene cuatro capítulos. En el primero,
daré cuenta de cómo la escuela se configura en un dispositivo pedagógico de género y sexualidad,
introduciendo en dicho análisis aspectos conceptuales como el de hegemonía y relaciones de poder.
En el segundo, avanzaré en el estudio de los diversos modelos de educación sexual hegemónicos que
imperan en las prácticas docentes con la intención de desandar las tradiciones en torno a la formación
en sexualidad. En tercer capítulo, describiré y profundizaré sobre el enfoque teórico pedagógico que
propone la ESI, realizando un breve recorrido del contexto legislativo que enmarca dicha ley,
focalizando en la perspectiva de Derechos Humanos. En el último segmento, me detendré en el rol
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docente estableciendo relaciones en torno al enfoque integral, la transversalidad y las prácticas
docentes.
Sin duda fue un gran desafío elaborar este trabajo de reflexión, análisis y síntesis ya que durante
la carrera no tuve formación en torno a la ESI. Por esta razón debí realizar un recorrido bibliográfico
exhaustivo en torno a la disciplina a trabajar, con el fin de desentrañar la idea que me propongo
desarrollar. Además, transitar este proceso de aprendizaje me hizo descubrir un campo de
investigación y abordaje muy amplio e interesante.
Actualmente, nos encontramos atravesando procesos reflexivos en relación a la perspectiva de
género, como es el caso de los debates sociales sobre el uso del lenguaje inclusivo, o lenguaje no
sexista; que, considerando la lógica masculina en el lenguaje no fue una decisión ingenua ya que el
modo en que afecta al lenguaje supone una materialización diferente de la realidad, entonces, el uso
del lenguaje no binario es concebido como una herramienta política contra el falogocentrismo1
.
En sintonía con lo que vengo argumentando, quiero remarcar la importancia que tiene el lenguaje
como creador de realidad. El lenguaje es una herramienta mediadora y performativa2
, como también
puede ser considerada una tecnología prostética3 que puede posibilitar transformaciones en la
realidad material. Por ende, coincidiendo con Gasparri (2020) “la lengua la hacen lxs hablantes a
través del uso y no las gramáticas” (p,47). A mi entender el uso del lenguaje inclusivo no resuelve
la existencia de las problemáticas que se desprenden de las dimensiones estructurales de una
sociedad (económicas, culturales, sociales y políticas) como la vulnerabilidad social o la
desigualdad, pero que, sin duda, transformarlo puede resultar un proceso revolucionario y una
política contrahegemónica.
Por ello, en el presente escrito tomé la decisión de utilizar la escritura como estrategia lingüística
incorporando la letra equis (x) y adhiriendo al uso de la letra “e” porque complementa y salva las
limitaciones de la “x” en la oralidad. Esta búsqueda de incorporar modos no binarios de entender y
decir el género. En efecto, y para finalizar, pienso que emplear los recursos disponibles que nos da
el lenguaje logra visibilizar un modo de resistencia y lucha contra el poder hegemónico. Su uso
incomoda, enoja, genera rechazo y también nos hace reflexionar y re-preguntarnos. El lenguaje
inclusivo, a mi modo de entender, no trata de ser aplicado de forma tal que se normativice desde un
nuevo modelo universal, sino que, por el contrario, su uso busca confrontar para salir de la
normalización impuesta del lenguaje falogocéntrico universal.