Preplant fungicide baths were tested on yam (Dioscorea rotundata Poir cv. Habanero) seed pieces (114-g sections) from sound tubers to determine their effect on emergence and yield of yams. Field plots were free of damaging populations of parasitic nematodes and had not been previously planted with yams. Yam seed pieces treated with captan or captan plus thiabendazole or captan plus benomyl increased field emergence (95, 96 and 91%, respectively) over that of nontreated controls (52%). Early emergence (5 weeks after planting) was greater for captan plus thiabendazole (24%) than for captan plus benomyl (1%), captan alone (2%), or the nontreated control (1%). Final stand counts (9 weeks after planting) were not statistically different among the fungicide treatments (91-96%). These counts were highly correlated with total tuber yield (r = 0.84**), total number of harvested tubers (r = 0.77**), and mean tuber weight (r = 0.74**). Plants from nontreated seed pieces produced a higher number of tubers per plant (1.64) compared with those from fungicide treated seed-pieces (1.16-1.20). Yield losses in nontreated seed pieces (48%) were related to losses in mean tuber weight (37%) and in total number of tubers (20%) per area when compared to the treated seed pieces. Greatest per plant and total yield and greatest tuber weight were found for the captan plus thiabendazole treatment, compared with captan alone or captan plus benomyl. Early and greater emergence of yam seed pieces appear to be important determinants of yield and tuber size in Habanero yams. In this experiment, even with good seed pieces and in a well-prepared seedbed, yam emergence and yield were diminished by one-half without fungicide treatment.Pedazos de 115 g de ñame Habanero (Dioscorea rotundata Poir) de alta calidad se trataron par una hora con fungicidas, 48 horas antes de sembrarlos para determinar el efecto sobre el brote y el rendimiento. Se escogió un predio experimental que no había estado sembrado de ñames previamente y estaba libre de nematodos parásitos del ñame. Se registró, 91 , 95 y 96% de brote en los pedazos tratados con captan + benomyl, captan, y captan + thiabendazole, respectivamente, comparado con 52% en los que no se trataron con fungicida (testigo). El brote temprano (5 semanas después de la siembra) fue mayor en los pedazos tratados con captan + thiabendazole (24%) que en los tratados con captan + benomyl (1%), con captan (2%) o el testigo (1%). A las 9 semanas, los tratamientos con fungicidas no fueron diferentes significativamente en el porcentaje de pedazos que brotaron (91-96%). Se determinaron correlaciones positivas entre el porcentaje de pedazos que brotaron y el rendimiento (r = 0.77**); el número total de tubérculos cosechados (r = 0.84**) y el peso medio de los tubérculos (r = 0.74**). El testigo produjo más tubérculos por planta (1.64) que los tratados con fungicidas (1.16-1.20). Las pérdidas en el rendimiento del testigo (48%) estuvieron asociadas con las pérdidas en el peso por tubérculo (37%) y con el total producido por área (20%). Se registró un mayor rendimiento tanto por planta como por área y por tubérculo en los que se trataron con captan + thiabendazole que con captan o captan + benomyl. Los factores que determinan la producción total y el tamaño de los tubérculos son el brote más temprano y el brote de un número mayor de pedazos. En este estudio aún cuando se seleccionaron tubérculos de alta calidad y se sembraron en condiciones óptimas, el brote y el rendimiento se redujo casi a la mitad cuando los pedazos no se trataron con un fungicida antes de sembrarlos.