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Hispaniola, the First Island of America with Black Presence and African Uprisings: (Sebastián Lemba “Calembo”, the Fierest)
La Española, primera isla de América con presencia negra y alzados africanos: (Sebastián Lemba “Calembo”, el más aguerrido)
Autor
Novas, Neido
Resumen
At the beginning of the 16th century, the economy of the Spanish colony of Santo Domingo depended on gold mining supported by native labor that was not profitable. As this population died out, it forced the Spanish conqueror-colonizer to introduce black Africans as slaves to work in the mines, sugar production, and other productive tasks. The first slaves introduced were Christianized born in the Iberian Peninsula, then the negro bosals brought directly from Africa. Forced labor, mistreatment, among other aspects, gave rise to the escape and emergence of Maroon leaders, being the most prominent Sebastián Lemba, whom along with his men caused considerable damage to the slave owners. The dispersal of fugitives through the mountains generated persecution. The persecutors had two fundamental objectives: first, the capture of the rebels who were seeking refuge; second, the destruction of the palenques where they lived. Despite the setbacks in the uprisings, their persistence and plan of action fighting for freedom that was denied to them extended until the end of the 18th century. A principios del siglo XVI la economía de la colonia española de Santo Domingo dependía de la explotación aurífera sustentada en una mano de obra nativa que no resistía el ritmo intenso a que era sometida. A medida que esta población se extinguía obligó al conquistador-colonizador español a introducir negros africanos como esclavos para trabajar en las minas, la producción de azúcar y en otros quehaceres productivos. Los primeros esclavos introducidos eran cristianizados nacidos en la península ibérica; luego agregaron a los bozales traídos directamente de África. El trabajo forzado, el maltrato, entre otros aspectos, dio origen a la huida y surgimiento de líderes cimarrones, siendo el más encumbrado Sebastián Lemba, quien junto a sus hombres ocasionó cuantiosos daños a los esclavistas. La dispersión de fugitivos por las montañas generó persecuciones; los persecutores tenían dos objetivos fundamentales: primero, la captura de los rebeldes que buscaban refugios; segundo, la destrucción de los palenques donde vivían. A pesar de los reveses en los alzados, su persistencia y plan de acción luchando por la libertad que les negaban, se extendió hasta finales del siglo XVIII.