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Evaluación del espesor cortical en Venezuela mediante métodos sismológicos activos y pasivos.
Autor
Schmitz, Michael J.
Institución
Resumen
Entre los años 1984 y 2004 se realizaron estudios sísmicos de gran ángulo en Venezuela con el fin de determinar el espesor cortical y las velocidades de propagación dentro de la misma. Durante los años 2003-2005 se instalaron estaciones sismológicas temporales en el marco de los proyectos BOLÍVAR y GEODINOS, cuyos datos se analizaron junto con las estaciones sismológicas de la red sismológica nacional aplicando en método de funciones receptoras. En el presente trabajo se analizan los datos y resultados obtenidos en los diferentes estudios y se interpretan los resultados principales y las posibles diferencias en la parte terrestre, es decir la fracción perteneciente al continente sudamericano de los perfiles que cruzan el límite entre las placas del Caribe y de Sudamérica. Los estudios sísmicos corticales de gran ángulo están enfocados a lo largo de 4 perfiles norte-sur que cruzan el límite de placas entre el Caribe y Sudamérica desde la Cuenca de Venezuela en el norte hasta las cuencas de antepaís en el sur. El rasgo principal en todos estos perfiles es una disminución del espesor cortical relacionado a los sistemas de fallas transcurrentes (Oca-Ancón, San-Sebastián, El Pilar) que va de aproximadamente 35-40 km de espesor al sur de los sistemas de fallas transcurrentes hasta 25-30 km al norte de los mismos. Otro rasgo común es que el valor del espesor cortical vuelve a incrementarse levemente a valores de 27 - 32 km hacia el norte debajo del arco extinto de las islas de las Antillas de Sotavento. La misma tendencia del acortamiento cortical hacia el norte se puede observar en los mapas de espesores corticales derivados del análisis de funciones receptoras. En ambos casos hay una coincidencia satisfactoria con la disminución del espesor cortical al norte del sistema de fallas transcurrentes en el occidente y el oriente de Venezuela. Sin embargo, para la región centro-norte, la disminución comienza a unos 100 km al sur en la cercanía del perfil en 67°W, pero tiene el mismo comportamiento como en el mapa obtenido por la sísmica en la parte más oriental de la Cordillera de la Costa. Para ambos mapas es importante recalcar que en esta zona la densidad de estaciones sismológicas es muy baja, lo que hace poco estable la interpolación de los resultados entre estaciones. Las diferencias existentes entre los resultados de funciones receptoras de algunas estaciones sismológicas, así como entre los modelos sísmicos, podrían relacionarse a la naturaleza de la corteza inferior en la zona, posiblemente un producto de una duplicación de corteza inferior debido a la subducción de la placa Suramericana bajo la placa Caribe. En el oriente hay una coincidencia entre los principales rasgos corticales en los diferentes estudios, con un gran espesor cortical debajo de la cuenca de Maturín de más de 45 km, así como espesores corticales en el Escudo de Guayana en el orden de 40-45 km. Diferentes interpretaciones de las reflexiones del Moho debajo de la Serranía del Interior implican diferencias en el espesor cortical al sur del sistema de fallas de El Pilar. Debajo la Cuenca de Maturín, la naturaleza de la corteza inferior es posiblemente un producto de una duplicación de corteza inferior debido a la subducción de la placa Suramericana bajo la placa Caribe. Esto podría ser responsable para las diferencias observadas en las profundidades para algunas estaciones sismológicas. Para explicar las diferencias entre los estudios de funciones receptoras entre sí, algunos aspectos a considerar son los perfiles de velocidad usados en la conversión a profundidad de las funciones de receptor y la relación Vp/Vs, así como el efecto de una interfaz inclinada en lugar de horizontal, sobre el análisis de las funciones receptoras.