Tesis
Forestación piloto con la tara en la microcuenca de San Juan (Alto Jequetepeque) Cajamarca
Fecha
2010Autor
Díaz Chuquiruna, Pedro Germán
Institución
Resumen
El árbol de la tara (CAESALPINIA SPINOSA) es una leguminosa que crece en las cuencas del Pacífico y del Atlántico. Para fines productivos crece en un rango de 800 a 3 100 msnm. La tara es un árbol que resiste a las plagas y enfermedades; para subsistir necesita poca agua y, para una óptima producción, requiere de 400 a 600 mm de lluvia anual. Los frutos se cosechan a partir del cuarto año en un promedio de 20 a 40 kg por cosecha. Si se tiene manejo agroforestal tecnificada se puede cosechar dos veces al año. Los frutos de la tara son recolectados y comercializados por los lugareños a los acopiadores locales. Los frutos de la tara, por sus productos químicos que poseen (hidrocoloide, tanino y galactomanano), se utilizan como materia prima en muchas industrias. En la época prehispánica se usaba en la medicina folklórica y en el proceso de teñidos. Desde hace 10 años, son comercializados a los mercados internacionales. El Perú es el primer productor y exportador mundial de los derivados de la vaina de la tara, siendo la China el mercado más importante; los precios referenciales en dólares FOB de un kilogramo del polvo de la vaina de tara es de 1,33 y de la goma en polvo de la semilla de tara 3,06 dólares respectivamente. En la costa del Perú, se encuentran las empresas procesadoras y exportadoras de los productos de la vaina de la tara. La microcuenca de San Juan se encuentra ubicada al sur este de la ciudad capital del departamento de Cajamarca, en el distrito de San Juan, cuya ciudad capital se halla a una altitud de 2 225 msnm, con una extensión de 69,66 km2; cuenta con una población de 5 224 habitantes, con 40 % de los adultos analfabetos; se dedican a la agricultura de pan llevar y se apoyan económicamente con la recolección de la vaina de tara que crece en forma silvestre. No existe una agricultura tecnificada, porque una de las características del poblador es ser conformista, no queriendo cambiar sus patrones culturales. La característica topográfica de la microcuenca es de una quebrada, en la que se encuentran cerca de 1 500 hectáreas de tierras en secano que están aptas para forestarlas con plantones de tara.
Para poder mostrar a los pobladores la facilidad del manejo agroforestal de la tara y la rentabilidad económica, se viene desarrollando el proyecto piloto de la forestación de 1546 plantones de la tara en el caserío de Cachilgón, requiriendo una inversión inicial de 12 234 soles, un costo anual referencial de 4 720 soles y un ingreso promedio, a partir del cuarto año, de 7 714 soles; la inversión es recuperada a partir del sexto año. Con este proyecto, se obtendrá beneficios socioeconómicos y ambientales. En el primer año se ha perdido un 22% de plantones por diversos factores. La resiembra se realizó en la época de lluvia. Respecto a los riegos se realizan por inundación y acarreo (llevar el agua en depósitos). Los abonos y los foliares se aplica a las plantas en la época de invierno, asimismo el control fitosanitario es constante. Hasta diciembre del 2009, se tenía 1 546 plantones; de ella, 11 plantas florecieron. Las experiencias de este proyecto piloto serán transmitidas a los pobladores, mediante la exposición oral y la elaboración de una guía didáctica. La intención es crear una cultura agroempresarial en el campesinado. En el último año, la municipalidad y ONGs están impulsando forestaciones de diversos tipos de plantas cultivadas en viveros y, a la vez, cuentan con el canon minero que se espera sea aprovechado en inversiones agroindustriales.