Tesis
Eficacia de la nutrición enteral temprana versus tardía en cirugía gastrointestinal Hospital San José 2017-2018
Fecha
2017Registro en:
Gutarra Leyton, I. (2017). Eficacia de la nutrición enteral temprana versus tardía en cirugía gastrointestinal Hospital San José 2017-2018 [Proyecto de Investigación]. Lima: Universidad de San Martín de Porres, Facultad de Medicina Humana; 37 p.
Autor
Gutarra Leyton, Imelda Beatriz
Gutarra Leyton, Imelda Beatriz
Institución
Resumen
Objetivo general: Comparar la eficacia de la nutrición enteral temprana versus la nutrición enteral tardía en cirugía gastrointestinal en el Hospital San José 2017-2018. De manera estandarizada, el manejo del inicio de la ingesta oral, tras una cirugía gastrointestinal que incluya resección y anastomosis, cierre primario de intestino delgado y colon o cierre por perforación gástrica, se reserva para las 48 a 72 horas del posoperatorio, con la finalidad de permitir la cicactrización de los tejidos manipulados y prevenir dehiscencias. No obstante, en la actualidad, múltiples estudios clínicos señalan que la nutrición enteral temprana puede ser adecuadamente tolerada y aportar beneficios tales como disminuir la incidencia de complicaciones infecciosas, reducir el estado de hipercatabolismo proteico postquirúrgico, favorecer la cicactrización y acortar el tiempo de estancia hospitalaria. La alimentación enteral es la forma de aportación nutrimental ideal más importante para cualquier individuo: se obtiene el adecuado sustento proteico calórico, prevención de atrofia intestinal por desuso, mantenimiento de la inmunocompetencia, preservación de flora saprofita y disminución de la respuesta inflamatoria en trauma quirúrgico. El inicio de la nutrición enteral estimula la producción de hormonas enterotróficas (enteroglucagon y gastrina), potencializa la renovación de enterocitos, contribuye a mantener la calidad de las vellosidades intestinales y su restablecimiento en las funciones biológicas, metabólicas, endocrinas y estructurales. Posterior a una reconexión intestinal, la complicación más temible por parte del cirujano es la presentación de la dehiscencia/fistula, la cual aún se reporta entre el 1 y 4%, seguido del íleo paralitico y dolor abdominal, motivo por el cual algunos grupos quirúrgicos deciden diferir el inicio de la nutrición para disminuir la presencia de estas complicaciones, más en base a experiencia que a evidencias médicas. El servicio de Cirugía General del hospital San José atiende a la población procedente del Callao, que se ubica entre las edades de 16 y 75 años. Cuenta con 12 camas de hospitalización y atiende aproximadamente 78 cirugías al mes entre electivas y de emergencia. Las patologías gastrointestinales más frecuentes son: apendicitis aguda, obstrucción intestinal y trauma abdominal, para las cirugías de emergencia, y colecistitis, hernias de pared abdominal y patología anorectal, para las cirugías electivas. El nivel de atención es II-2, cuenta con una Unidad de Cuidados Intensivos que dispone de tres camas hospitalarias que se disponen para todas las especialidades médicas y quirúrgicas. El servicio de Cirugía ocupa estas camas en un promedio de dos por mes, para las patologías quirúrgicas complicadas que, cabe mencionar, tienen una alta frecuencia. El servicio de Cirugía General del hospital San José realiza la práctica estandarizada de nutrición enteral tardía en todos los pacientes, cuya cirugía gastrointestinal incluya anastomosis o rafia intestinal. La nutrición enteral tardía es la práctica tradicional que los cirujanos de este hospital siguen como pauta en el posoperatorio por temor a las complicaciones que la nutrición enteral precoz podría ocasionar, como dehiscencia de anastomosis o fístula enteral. Este servicio no cuenta con investigaciones que afiancen dicho comportamiento. No obstante, como ya se mencionó anteriormente, la práctica actual, basada en estudios clínicos internacionales con buena evidencia, incentiva al inicio de nutrición enteral temprana. La falta de esta información o temor, por parte de los cirujanos, no permite establecer si existe alguna diferencia, ventaja o desventaja en el inicio de la nutrición enteral precoz sobre la tardía. La nutrición enteral tardía condiciona una estancia hospitalaria prolongada y, en consecuencia a ello, el advenimiento de ciertas complicaciones como infecciones intrahospitalarias.