tesis
Manejo pre-trans y post operatorio de la isquemia medular en cirugía aórtica
Fecha
2020-08-06Autor
Mac Courtney Arias, Christopher
Institución
Resumen
La isquemia medular (SCI por sus siglas en inglés) es una complicación devastadora, poco común y difícil de predecir de la cirugía aórtica toracoabdominal. Los síntomas pueden ser transitorios o permanentes y severidad clínica de la SCI depende de la extensión del área de la médula espinal afectada (Heidemann et al., 2018).
La incidencia de SCI posterior a la reparación endovascular del aneurisma aórtico (EVAR por sus siglas en inglés) es directamente proporcional a la extensión de la aorta cubierta durante la reparación. Específicamente para EVAR la incidencia de SCI es entre 0.2% y 0.3% (Oderich, 2017).
En la reparación endovascular de aneurisma aórtico torácico (TEVAR por sus siglas en inglés) la incidencia aumenta a un 1.2%-10% (Amabile et al., 2008; Cheung et al., 2005; Dijkstra et al., 2018; Kasprzak et al., 2014; Simon et al., 2020). Siendo la incidencia de la reparación abierta de aneurisma aórtico toracoabdominal (TAAA por sus siglas en inglés) alrededor de un 2-19% (Simon et al., 2020); en casos de reparaciones extensas de TAAA Crawford tipo II la incidencia puede aumentar hasta un 22% (Horiuchi et al., 2011; Jayia et al., 2015; Germano Melissano et al., 2016).
El riesgo de SCI es variable y depende del número de factores predisponentes. La estratificación del riesgo es fundamental realizar un planteamiento individualizado para cada paciente.
Anatómicamente la visualización directa de la vasculatura de la médula espinal es clínicamente compleja, por lo tanto es esencial el entendimiento completo de la anatomía vascular de la médula espinal para desarrollar estrategias óptimas que prevengan la SCI en el perioperatorio (Chiesa et al., 2005).
El uso generalizado de medidas complementarias para mejorar el aporte sanguíneo medular transoperatorio es ampliamente usado. Estrategias preoperatorias, transoperatorias y postoperatorias son aplicadas para maximizar la perfusión de la médula espinal con el fin de evitar SCI (Acher et al., 2016; Kpodonu & Bonan, 2013).
A nivel institucional los hospitales clase A de la CCSS se verían beneficiados al implementar protocolos de manejo pre-trans y postoperatorio de la SCI. El ERAS (Enhanced Recovery After Surgery por sus siglas en inglés) consta de protocolos multimodales perioperatorios realizados con el fin de mantener la función orgánica fisiológica disminuyendo el estrés causado por la injuria quirúrgica, consta de una herramienta actualizada que puede servir de base para la estandarización de tales procesos.