dc.description.abstract | Los humedales costeros ubicados en el norte de Chile son espacios únicos ya que, a pesar de las condiciones de extrema aridez que subyace a las regiones nortinas, estos albergan una alta riqueza en biodiversidad y cumplen una serie de beneficios ecosistémicos tanto para el desarrollo humano como para la fauna. Sin embargo, una de las tantas perturbaciones a las que se enfrentan estos humedales son los aluviones, procesos que se estima van a ser cada vez más recurrentes producto del cambio climático. En la última década, estos eventos extremos ya han ocurrido en la Región de Atacama dos veces en un muy corto periodo de tiempo (25 de marzo del 2015 y 10-13 de mayo del 2017), ambos con suficiente poder destructivo para afectar seriamente a las localidades y ecosistemas aledaños. En esta memoria se analiza a corto y largo plazo el efecto del aluvión ocurrido entre el 11- 13 de mayo 2017 en la vegetación del Humedal Desembocadura Río Copiapó, un ecosistema que alberga más de la mitad de las aves existente en la Cuenca del Río Copiapó, y que además fue recientemente declarado como Santuario de la Naturaleza (2021). Para ello, la memoria se apoya en la disciplina de la percepción remota la cual permite analizar hechos ya pasados sin necesariamente recurrir en el contacto directo con el objeto de investigación, en esta memoria se trabajó con una serie de imágenes satelitales de mediana resolución Sentinel-2. Se realizaron unas series de técnicas tales como: Clasificación supervisada para conocer las coberturas previas al aluvión, cálculo del Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) para analizar el vigor y densidad de la vegetación del humedal con la cual, a su vez, fue base para analizar a corto y largo plazo la alteraciones del aluvión en la vegetación, para la primera se calculó diferencia entre NDVI (dNDVI) entre abril – mayo 2017 y para la segunda se realizan series de tiempos NDVI desde 2016 a 2018. Los resultados indican que el 78,52% de la superficie del Humedal Desembocadura Río Copiapó que resistió o que fue alterada levemente por el flujo aluvional, a corto y/o largo plazo se vio beneficiada por el superávit de lluvias aumentado su vigorosidad y densidad vegetal. En cambio, el 21,48% de la superficie del humedal, ocupadas mayormente por vegetación riparia, experimentó las mayores disminuciones a corto plazo debido a su ubicación cercana al curso fluvial, sin embargo, de estas áreas y según lo observado a largo plazo el 20,67% demostraron una alta resiliencia recuperando su vigor y densidad vegetal a valores similares al año previo al aluvión (2016), pero no así si compara con los primeros meses del 2017. Por último, solo el 0,81% de las coberturas del humedal experimentaron una disminución tan alta que cambiaron a cuerpos de agua después del aluvión. Los resultados llevan a concluir que los aluviones se deben entender como perturbaciones naturales de los humedales dependientes de la cuenca, que no siempre tienen consecuencias negativas y que frente a estas perturbaciones los humedales poseen una alta resiliencia y rápida respuesta. | |