info:eu-repo/semantics/article
Lynn Margulis
Fecha
2021-02Registro en:
Alvarez, Stella Maris; Álvarez Soria, Joaquín; Apesteguía, Sebastián; Lynn Margulis; Fundación de Historia Natural Félix de Azara; Azara; 8; 2-2021; 3-11
2683-7862
2683-7692
CONICET Digital
CONICET
Autor
Alvarez, Stella Maris
Álvarez Soria, Joaquín
Apesteguía, Sebastián
Resumen
En el año 1663 el inglés Robert Hooke (1635-1703) observa por primera vez lo que él denomina células, iniciando así un largo viaje a través del microscopio. Dos décadas más tarde, Anton van Leeuwenhoek (1632-1723) observa los primeros microorganismos que menciona como “animálculos”. Los organismos unicelulares fueron llamados inicialmente Monera por E. Haeckel (1834-1919) en 1866, pero luego E. Chatton diferenció en 1925 a aquellas células que llevaban núcleo de las que no, y llamó a estas últimas procariotas (Prokaryota), el grupo que comprende mayormente a las bacterias. Estas se caracterizan por su persistente unicelularidad, por su material genético organizado como una molécula de ADN circular suelto en el citoplasma y, salvo alguna excepción, por su pared celular de peptidoglucano o mureína, que les proporciona rigidez y protección. Carl Richard Woese (1928-2012), microbiólogo estadounidense, identificó en 1977 a un tipo celular diferente, aunque similar a las bacterias: las Arqueas. Con ello, la vida quedaba dividida en 3 dominios: Bacteria, Archaea y Eukarya. Hoy resulta más aceptado que la división original fue entre estos dos primeros grupos, y que los Eukarya somos básicamente una especialización de las arqueas...